Se incrementan los ataques cerca del gran hospital de Gaza
Las autoridades alertaron por la falta de electricidad y provisiones en la unidad sanitaria, donde se encuentran atrapados miles de médicos, pacientes y personas desplazadas.
Durante las últimas horas, Israel bombardeó nuevamente la Franja de Gaza y sus tropas continúan combatiendo a milicianos de Hamas cada vez más cerca del mayor hospital del territorio palestino, donde están atrapados miles de médicos, pacientes y desplazados, sin electricidad y casi sin provisiones. Según Israel, Hamas oculta un puesto de mando dentro y debajo del recinto hospitalario, una acusación que es rechazada por el movimiento islamista y el personal del hospital.
En un discurso televisado, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, volvió a rechazar los crecientes llamados de la comunidad internacional a un alto el fuego en Gaza a menos que incluya la liberación de los casi 240 rehenes tomados por el movimiento islamista palestino Hamas en sus ataques en Israel el mes pasado. El mandatario dijo que su país llevará “toda la fuerza” a la batalla, volvió a prometer poner fin a 16 años de gobierno del grupo islamista en la Franja de Gaza y lo acusó de ser el responsable del mortífero impacto de la ofensiva israelí en la población civil del enclave costero, donde viven 2,4 millones de personas.
Israel está bajo creciente presión internacional, incluso de su mayor aliado, Estados Unidos, por su ofensiva, que entra en su sexta semana y que ha desatado marchas de repudio en todo el mundo, incluyendo una de unas 300.000 personas el pasado sábado en Londres, la más grande en la capital británica desde que comenzaron las hostilidades.
Personas que se encontraban en el interior del hospital contaron por teléfono que hubo “violentos combates” en sus inmediaciones, informó la agencia de noticias AFP. El Ministerio de Salud de Gaza aseguró que un bombardeo israelí destruyó este domingo el edificio de la unidad de cardiología del hospital. Además, dijo que el corte de luz en el hospital Al Shifa dejó fuera de servicio la unidad neonatal de cuidados intensivos, provocando la muerte de un bebé prematuro, de otro niño en una incubadora y cuatro pacientes. Otros 37 bebés corrían riesgo de muerte, agregó. El Ejército israelí, sin embargo, negó haber atacado deliberadamente el hospital.