Se multiplican las voces contra Pegasus, a dos meses de revelarse el escándalo
“El nivel sin precedentes de vigilancia actual en todo el mundo por parte de actores estatales y privados es incompatible con los derechos humanos”, alertó la alta comisionada de la ONU Michelle Bachelet, y destacó la necesidad de marcos legales que aseguren la privacidad.
Los reclamos por una mayor legislación contra el programa de vigilancia israelí Pegasus y una moratoria internacional para su venta se multiplicaron esta semana desde altos funcionarios de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Unión Europea (UE), a dos meses de revelarse su utilización para espiar de forma ilegal a políticos, periodistas y activistas de derechos humanos, entre otras figuras públicas.
“El nivel sin precedentes de vigilancia actual en todo el mundo por parte de actores estatales y privados es incompatible con los derechos humanos. Muchos, si no la mayoría de nosotros, desconocemos la cantidad de información que se recopila, procesa, utiliza y distribuye sobre tantos aspectos de nuestras vidas”, alertó la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, al hablar el martes pasado en el Consejo de Europa.
“Los ataques contra defensores de los derechos humanos, periodistas y políticos es solo otro ejemplo sobre cómo herramientas que están supuestamente destinadas a abordar riesgos de seguridad pueden terminar siendo un arma contra personas con opiniones disidentes”, añadió.
Pegasus es un software que explota las vulnerabilidades de los teléfonos móviles inteligentes para instalarse y, una vez en el aparato, exporta los datos del usuario (correos electrónicos, mensajes, fotografías, conversaciones) hacia páginas de internet creadas por la empresa NSO, que se renuevan constantemente para evitar ser detectadas.
La exhortación de la expresidenta chilena y funcionaria de la ONU fue clara: instó a que exista una moratoria internacional para la venta de tecnologías de vigilancia y aprovechar ese tiempo para que los Estados “impulsen marcos legales que aseguren la privacidad” de sus ciudadanos.
Con un discurso similar, el comisionado de Justicia de la UE, Didier Reynders, dijo al día siguiente que el bloque debe “legislar rápidamente” sobre el derecho de privacidad y confidencialidad para evitar escándalos como el de Pegasus.