Xi Jinping celebró el avance “irreversible” de China en el centenario del Partido Comunista
Durante los festejos por el centenario del Partido Comunista chino, el presidente aseguró: “¡El tiempo en el que el pueblo chino podía ser pisoteado, en el que sufría y era oprimido ha terminado para siempre!”.
El presidente del gigante asiático, Xi Jinping, celebró el centenario del Partido Comunista Chino (PCCh) con un discurso en el que le atribuyó el ascenso “irreversible” del país en el escenario mundial y advirtió que China “no permitirá nunca que las fuerzas extranjeras lo intimiden u opriman”.
“El pueblo chino se ha levantado” y su ascenso, después de más de un siglo de subdesarrollo e invasiones es “irreversible”, enfatizó Xi, en la Puerta de Tiananmen, desde donde su lejano predecesor Mao Zedong proclamó la República Popular en 1949.
Con más de 70.000 personas, entre jóvenes y miembros del partido, que ondeaban banderas chinas y cantaban canciones patrióticas, el acto recordó de alguna manera a los eventos masivos organizados por Mao, líder fundador de la China comunista, rememoró la agencia de noticias Xinhua.
“¡El tiempo en el que el pueblo chino podía ser pisoteado, en el que sufría y era oprimido ha terminado para siempre!”, advirtió Xi, vestido con un traje gris abotonado, como los favoritos de Mao, entre las líneas de un discurso de una hora, dominado por un fuerte patriotismo y reflexiones indirectas hacia Occidente.
El camino de China
Tras hacer referencia a las guerras del Opio, al colonialismo occidental y la invasión japonesa (1931-1945), el mandatario, en el poder desde 2012, recibió el mayor aplauso cuando manifestó que el partido había restaurado la dignidad de China después de décadas de subyugación a las potencias occidentales y Japón en los siglos XIX y XX, y se convirtió en la segunda economía más grande del mundo en las últimas décadas.
“El pueblo chino no permitirá nunca que fuerzas extranjeras lo intimiden y lo opriman. Quien lo haga corre el riesgo de ser aniquilado ante una Gran Muralla de acero edificada por 1.400 millones de chinos”, alertó.
En un lenguaje inusualmente contundente, Xi parecía estar respondiendo a Estados Unidos y a otros que criticaron las políticas comerciales y tecnológicas de la creciente potencia, la expansión militar y el historial de Derechos Humanos.
China y Estados Unidos están cada vez más en desacuerdo con los reclamos del primero sobre casi todo el mar de China Meridional y las islas despobladas en poder de Japón; a su vez, la potencia norteamericana también impulsa las ventas militares a Taiwán para disuadir al gigante asiático de tomar por la fuerza la isla democrática autónoma.
“El gran renacimiento de la nación china ha entrado en un proceso histórico irreversible”, se congratuló Xi, y alabó al PCCh por mejorar el nivel de vida, sacar a millones de chinos de la pobreza en tan solo unas décadas y restablecer el orgullo nacional.