EN FOCO

Triple fuga: muchas más dudas que certezas

Mucha de la información que está circulando respecto a la fuga o liberación clandestina de la cárcel de máxima seguridad de General Alvear, de los tres condenados por el triple crimen de General Rodríguez, no cierra por ningún lado.

Por ejemplo, cuesta creer que los tres criminales sigan moviéndose juntos y que ni siquiera se hayan camuflado para no ser identificados. Estamos hablando de criminales que forman parte de la mafia de la efedrina y que como tales, en su accionar delictivo, han contado con la colaboración y contactos en la política, en los servicios de inteligencia y en las fuerzas de seguridad. Ello les garantiza abundantes recursos logísticos.

En ese contexto, llama la atención que todos den por sentado que fueron los fugados de General Alvear los que estuvieron en Ranchos, cuando las imágenes de las cámaras de seguridad que se difundieron no permiten identificar claramente sus rostros.

Asimismo, distintas informaciones dan cuenta que los fugados, supuestamente, carecen de recursos. La realidad es que para escaparse de la forma que lo hicieron tuvieron que comprar muchas voluntades tanto dentro y fuera del servicio penitenciario, con lo cual el hecho de que se pretenda hacer creer que están mendigando recursos a familiares y amigos en distintas localidades de la provincia resulta, cuanto menos, poco verosímil.

A esta altura, no habría que descartar que, en realidad, los fugados se hayan separado y estén fuera del país. Es más, hay fuertes intereses a los que les convienes que estos criminales aparezcan muertos, en caso de seguir dentro de la Argentina. Tal es caso, por ejemplo, de Aníbal La Morsa Fernández como así también de sectores de los servicios de inteligencia y de las fuerzas de seguridad enfrentados con La Morsa.

En definitiva, el panorama es mucho más complejo de lo que se intenta instalar oficialmente.

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