Apartan al juez Bonadio de la causa Hotesur

En un nuevo mazazo del gobierno hacia la Justicia independiente, la Sala I de la Cámara Federal, decidió apartar a Claudio Bonadio de la causa donde se investiga a la presidenta y su familia por presunto lavado de dinero. Peligroso aumento de la impunidad

En una fase más de la disputa que el kirchnerismo viene llevando adelante con el Poder Judicial, la Sala I de la Cámara Federal apartó ayer al juez federal Claudio Bonadio de la causa Hotesur, donde se investiga a la presidenta Cristina Kirchner y su entorno familiar, por el delito de supuesto lavado de dinero.

La Sala I, integrada por los jueces Jorge Ballestero, Eduardo Freiler y Eduardo Farah, dio lugar al pedido de nulidad que había presentado la defensa que comanda la sobrina de Cristina, Romina Mercado, quien además se desempeña como presidente de la firma Hotesur.

La decisión judicial se da luego del polémico operativo que había ordenado Bonadio el lunes pasado en las oficinas de las empresas que poseen Máximo Kirchner y Lázaro Báez en la ciudad de Río Gallegos y que despertó la crítica oficial. Mercado había expresado que el juez no le permitió colocar peritos de parte en el operativo, por lo tanto planteó la nulidad por la convocatoria que hizo Bonadio a los peritos contables de la Corte Suprema para "colaborar" en la investigación de la situación contable de la sociedad presidencial.

El fallo a favor de la defensa se dio dos votos contra uno, donde los jueces Ballestero y Freiler se manifestaron por el apartamiento, mientras que Farah se opuso.

Proceder oscuro

Hotesur saltó a la fama por ser la compañía encargada de administrar el Hotel Alto Calafate, que el expresidente Néstor Kirchner dijo haber adquirido en 2 millones de dólares, y cuyas habitaciones fueron alquiladas a la empresa Austral Construcciones, de Lázaro Báez, y las mismas nunca fueron utilizadas.

Ante la consulta de Hoy, la candidata presidencial del frente Progresistas, Margarita Stolbizer, quien fue la denunciante en el caso Hotesur, expresó que “con este fallo Cristina logró su propio túnel de 1500 metros hacia la impunidad. Es la confesión de su propia responsabilidad. Se necesita una sociedad que se plante a decir Basta frente a los abusos del poder, la corrupción y la impunidad por un cambio serio y ético”.

La titular del GEN, que hoy apelará el fallo dictado por la Sala I, afirmó además que resulta llamativo que “en el país que juzgó a los poderosos de la cúpula militar por crímenes de lesa humanidad, avergüenza una justicia cómplice con el poder corrupto. La Sala I fue el brazo ejecutor de los deseos presidenciales, como antes archivó la denuncia del Fiscal Nisman y otros, ahora busca planchar Hotesur”.

Los negocios privados de la Jefa de Estado y su familia siguen dando que hablar en el mundo político y judicial, y la decisión de ayer de la Sala I de la Cámara Federal no hace más que establecer los claros vínculos existentes entre la política y el Poder Judicial, sometiendo a un poder que debería ser independiente, a los dictados del poder político de turno.

“Los autores del lavado mandaron a planchar al juez. Si nada hay que ocultar, la presidenta debe abrir sus documentos a la justicia y no poner obstáculos a la investigación. Ejemplo y transparencia es básico en la política, ellos tienen las manos sucias. En la Argentina que queremos, una Presidenta debe ser la primera en poder demostrar su decencia”, sentenció Stolbizer.

Bonadio, que se convirtió en la persona que más odio supo cosechar en el último tiempo en el seno del oficialismo, llevaba adelante una impecable investigación donde había conseguido reunir datos e información suficientes para poner en serios aprietos ante los estrados judiciales a la Jefa de Estado, a su hijo Máximo y otros miembros de la familia presidencial.

La intención oficial de lograr inmunidad judicial para sus principales miembros una vez abandonado el poder en diciembre próximo, los lleva a someter a la Justicia a una presión nunca vista en tiempos democráticos, y que tanto daño causa a la institucionalidad en el país.

Motivos turbios

El apartamiento del juez Claudio Bonadio de la causa Hotesur dejó reflejado el alto poder de injerencia oficial en las decisiones que debería arbitrar la Justicia.

Distintas fuentes judiciales, se encargaron de remarcar que el gran temor del oficialismo se dio por la información que podían llegar a tener las computadoras que fueron requisadas en el operativo del lunes en Río Gallegos en las empresas de Máximo Kirchner y Lázaro Báez.
Según advierten desde Tribunales, es tan alto el “temor” que hay en la Casa Rosada, que se emplearon métodos espurios para intentar apartar de la causa al magistrado que más dolores de cabeza le está trayendo al kirchnerismo en su fin de ciclo.

La decisión de la Sala I dictó además un mal precedente hacia aquellos jueces que están investigando distintas casos de corrupción donde están involucrados funcionarios K, abriendo una sensación de impunidad muy grande en la población.

Las razones de Farah

El voto en disidencia en el fallo de la Sala I de la Cámara Federal, fue brindado por el juez Eduardo Farah.

La resolución de Bonadio de librar un oficio al Cuerpo de Peritos Contadores con el objeto de designar un equipo de especialistas para colaborar en la investigación sobre los aspectos técnicos de la causa, fue la medida que determinó la mayor queja oficial.
En sus argumentos, Farah consideró que “la doctrina de la Corte Suprema señala que la pertinencia de la prueba y su calificación como necesaria a los fines de la investigación, incumbe sólo al juez de la causa”.
"No advierto en las alegaciones de las defensas razones que conduzcan a anular la disposición cuestionada, ni encuentro por mi parte otras razones que conduzcan a apartarme en el caso de los principios generales existentes en la materia sobre el carácter excepcional de este tipo de sanción procesal", aseveró el magistrado en sus argumentos.

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