Bullrich relanzó la Doctrina Chocobar

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, anunció en la jornada pasada que volverá a poner en marcha el protocolo para el empleo de armas de fuego que fue derogado en 2019 durante la administración de Alberto Fernández. Desde Casa Rosada justificaron que la medida fue impulsada a raíz de los ataques sufridos por agentes de la Prefectura en sus puestos de trabajo en la frontera.

“Mañana en el Boletín Oficial va a estar publicada una resolución para que Prefectura pueda usar todo tipo de armas de fuego. Las armas cortas que hoy tienen permitidas no tienen el alcance que necesitan en la frontera”, explicó la funcionaria en conferencia de prensa junto al secretario de Seguridad, Vicente Ventura Barreiro, y el jefe de Prefectura Naval Argentina, prefecto general Guillermo Giménez Pérez. En la misma línea, Bullrich señaló que en los ríos “se generan delitos de contrabando o criminalidad organizada” y que los agentes “han arriesgado la vida al límite”. “Han sido superados por los delincuentes en capacidad de fuego. Se han escapado varias veces por eso”, explicó antes de enumerar los hechos ocurridos recientemente en Formosa y Misiones.

“Vimos la peligrosidad y la desprotección que tienen nuestros prefectos. Por eso hemos trabajado este protocolo especial para que desde el día de hoy pueda proteger las fronteras, a la ciudadanía y estar en mejor o en igual condiciones que los delincuentes”, remarcó la ministra.

Más adelante, el resto de las fuerzas federales van a ir volviendo al antiguo protocolo en el que contemplaba que las fuerzas federales tengan mayor libertad para disparar sus armas en casos de delitos graves y persecuciones.

La normativa fue dictada por medio de la resolución 956/2018 cuando Bullrich era ministra de Seguridad del gobierno de Mauricio Macri y fue dejada sin efecto el 20 de diciembre de 2019 por la exministra Sabina Frederic, en una de las primeras medidas que tomó durante su gestión en el gobierno de Fernández.

El antiguo reglamento afirmaba que podrán hacer uso de las armas de fuego “cuando resulten ineficaces otros medios no violentos” y detalla las situaciones específicas: como en defensa propia o de otras personas que estén en peligro inminente de muerte o de lesiones; para impedir la comisión de un delito particularmente grave, que presente peligro inminente para la vida o la integridad física de las personas; para proceder a la detención o impedir la fuga de quien represente ese peligro inminente.