Cristina Fernández a Milei: “Deje la escuela austríaca y dedíquese a administrar la Argentina”

La ex presidenta criticó duramente al gobierno libertario y respondió a las últimas declaraciones de Javier Milei con contundencia.

Ayer, Cristina Fernández de Kirchner ofreció una conferencia de prensa en la Universidad Nacional del Oeste (UNO) titulada "Sigue siendo la economía bimonetaria, estúpido". En su intervención, comenzó felicitando a los legisladores por la aprobación de la Ley de Financiamiento Educativo y luego profundizó en el discurso del Presidente Javier Milei del pasado viernes, desmintiendo las afirmaciones realizadas por el mandatario. “Quiero enviar un saludo a los senadores que sancionaron la Ley de Financiamiento Educativo”, inició Fernández.

En su discurso, la ex mandataria criticó la falta de comprensión práctica de las ideas económicas libertarias: “La formación teórica debe ir acompañada de un conocimiento empírico de la realidad argentina. En febrero ya advertíamos sobre la economía bimonetaria y la escasez de dólares”, destacó. También cuestionó el uso de antiguas recetas económicas, señalando que “la ‘tablita’ es una invención de la dictadura cívico-militar con Martínez de Hoz, quien devaluó al 2% mensual”.

Así también, Fernández recordó su gestión: “Entre 2003 y 2008 completamos un ciclo de superávit fiscal con crecimiento e inclusión social. Lo importante es que la gente tenga comida y que el Estado sea administrado adecuadamente”.

Sobre las propuestas del actual gobierno, la ex presidenta ironizó: “Hace 9 meses nació la ‘criatura’ y el padre ha descubierto que las ideas de los economistas austríacos chocan con la realidad argentina. Pero no pueden devaluar porque impactaría en los precios”. En respuesta a esto, agregó: “¿No se suponía que la inflación, como decía Milton Friedman, era un fenómeno exclusivamente monetario? Presidente, deje a Friedman, abandone la escuela austríaca y utilice el manual argentino”.

Finalmente, Cristina condenó la falta de tacto de Javier Milei: “Es inaceptable ver al presidente recurrir a frases vulgares como ‘les vamos a dejar el c… como mandriles’ o ‘compren vaselina’. La palabra de un presidente debe ser sanadora, no violenta. No puede haber violencia simbólica ni explícita en su discurso”.

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