Dos testigos declararon en el juicio por presunto direccionamiento de obra pública en Santa Cruz

Continúa la causa que involucra a Cristina Kirchner, Julio De Vido y Lázaro Báez.

El juicio oral por el presunto direccionamiento de la obra pública en Santa Cruz se reanudó ayer con planteos cruzados entre defensas y fiscalía, en el juicio que se sigue a la vicepresidenta Cristina Kirchner, al empresario Lázaro Báez, al exministro de Planificación Julio De Vido, entre otros procesados por supuestos delitos relacionados con la obra pública vial nacional en la provincia patagónica.

Las defensas objetaron las preguntas de la fiscalía a Gustavo Pereyra, un ingeniero que declaró por video­conferencia desde el juzgado federal de San Rafael. “Me opongo a este tipo de interrogatorio, una especie de ir a la pesca probatoria”, cuestionó el abogado Maximiliano Rusconi, defensor de De Vido, ante preguntas del fiscal Diego Luciani al testigo. Luciani rechazó las “oposiciones infundadas” y siguió adelante con el interrogatorio, avalado por el Tribunal Oral Federal 2.

El cuestionario estaba vinculado con expedientes de preadjudicación de diferentes obras en Santa Cruz desde 2006. Cuando la defensa preguntó, Gustavo Pereyra sostuvo que “no percibió nada ilegal” mientras trabajó en Vialidad provincial como asistente de inspección de obra. Negó que algún superior le hubiese pedido hacer algo “incorrecto”.

El segundo testigo, Claudio Helm, declaró desde el Tribunal Oral Federal de Santa Cruz y generó un nuevo entredicho. Helm es empleado en Vialidad de esa provincia, y dijo no recordar hechos ante diferentes preguntas del fiscal Luciani. En ese marco, el defensor del dueño de Austral Construcciones, Juan Villanueva, consideró que la fiscalía “intimidaba” al testigo. “Yo no intimidé a nadie, estoy preguntando”, replicó el fiscal.

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