Echegaray vuelve al banquillo de los acusados

El socio del empresario kirchnerista Cristóbal López, Fabián de Sousa, se presentó ayer en la Justicia por la causa que investiga el presunto desvío de unos $8.000 millones del Impuesto a la Transferencia de los Combustibles (ITC) que la compañía Oil Combustibles SA cobró a sus clientes pero que no habrían derivado a la AFIP. 

La maniobra fue alentada por el exgarante de la impunidad K desde el organismo recaudador, Ricardo Echegaray, quien mañana volverá a sentarse en el banquillo de los acusados por este caso.

De Sousa concurrió a la indagatoria asistido por el abogado Carlos Beraldi, el mismo que defiende a la expresidenta Cristina Kirchner en el caso en el que está procesada por la venta de dólar a futuro. La estrategia de defensa fue un escrito de descargo en el que denunció una supuesta “causa política” en su contra, al tiempo que sostuvo que el delito que se le imputa no es una defraudación al Estado sino la evasión de impuestos.

La presentación fue ante el juez federal Julián Ercolini, quien ya dispuso la inhibición general de bienes de De Sousa, de López y de todas las empresas del Grupo Indalo.

Hoy Ercolini tiene previsto interrogar en indagatoria a Cristóbal López, mientras que para mañana está citado Echegaray, junto a otros 19 imputados, entre los que se encuentran exfuncionarios de la AFIP y personas vinculadas a los empresarios.

“La maniobra delictiva comenzó en mayo del año 2011, cuando Oil Combustibles SA inició su operatoria. Durante más de cuatro años la AFIP, a través de diversas irregularidades, habría permitido que la mencionada firma no pagara el impuesto sobre los combustibles líquidos, como lo preveía la normativa vigente, y utilizara indebidamente ese dinero para capitalizar a las demás sociedades del grupo económico al que pertenece, el Grupo Indalo”, explicó el juez.

De esa manera, se tornó “incierto el cobro de lo adeudado por parte del Estado Nacional”, añadió la resolución.

Ercolini deslizó, además, que el plan de pagos al que se acogió la empresa de López era, en realidad, “el medio a través del cual las autoridades de la AFIP, por acción u omisión, habrían permitido que la firma Oil Combustibles SA no abonara el impuesto a los combustibles líquidos ya recaudado y acumulara una deuda con el fisco nacional”.

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