Herencia K
El colapso energético que dejó CFK
Durante los ocho años de gobierno de Cristina Kirchner, la producción de energía creció un 1,4%, con un nivel de demanda que se incrementó en un 50%. Razones que llevaron al desabastecimiento y al descalabro de los recursos nacionales
El faltazo del exministro de Planificación Federal y actual diputado nacional del FpV, Julio de Vido, a la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados cuando se interpeló al ministro Juan José Aranguren representó la imagen más visible del fracaso mostrado por el kirchnerismo durante 12 años en materia energética.
La Argentina era un país que, hasta la llegada de Néstor y Cristina Kirchner al poder, se autoabastecía de energía y era uno de los líderes en exportación de la región. Entre 2007 y 2015, la producción de este recurso creció apenas un 1,4%, cuando según datos del propio Ministerio de Energía y Minería de la Nación el nivel de demanda de la población era del 49,8%.
A partir de la irrupción de CFK en la Casa Rosada, las importaciones excedieron a las exportaciones y el balance favorable que existía en la balanza energética pasó de un superávit de 4.900 de dólares a un déficit estimado de US$ 5.000 millones. En ocho años se consumieron de las reservas del Banco Central casi US$ 25.000 millones, lo que llevó a que solo en 2015 el saldo negativo creciera más de US$ 8.000 millones.
La expresidenta elevó los subsidios volcados desde el Estado al sistema energético, pasando de poco más de 3.000 millones de pesos cuando llegó al poder a $140.000 millones el año pasado. Es decir, un incremento nominal de más del 10.000%, lo cual llevó al sistema a un descalabro sin límites.
Sin visión estratégica
El valor agregado que el país solía darle a la producción energética fue virtualmente desguazado por el gobierno K. El legado del kirchnerismo fue una caída en la producción de petróleo del 12%, un 26% en la de gas, y cortes de luz que se cuadruplicaron durante la llamada década ganada, lo que llevó a que se dejara más de 20.000 millones de pesos de deuda del Estado con las empresas prestadoras de servicios.
La brecha entre el costo de producción y los precios artificialmente bajos de la energía fue cubierta por el Estado nacional, que con los años se transformaría en una de las causas principales del déficit fiscal: el gasto en subsidios e inversiones en energía de la administración nacional pasó de 1,2% del PBI en 2008 al 4,1% del PBI en 2015.
“Cristina Kirchner fue la imagen de la falsedad planteada por un relato que hablaba de una soberanía gasífera y energética que no tenemos, vendiéndonos la falsa ilusión del autoabastecimiento cuando le regalaron todo a las transnacionales”, le aseguró a Hoy el economista especializado en energía, Félix Herrero.
Para el exdirector de Yacyretá durante el último gobierno de Juan Domingo Perón, “la expresidenta representó una ineptitud nunca vista en la materia en nuestro país, muy alejado de los ideales de Mosconi. Se ejerció una muy mala administración y se organizó un robo sistemático de los recursos naturales del país, con Cristina y Julio de Vido a la cabeza. Ello llevó a que se perdiera el autoabastecimiento”.
La falta de un plan estratégico en materia energética que implementara políticas públicas para los próximos veinte o treinta años fue uno de los grandes déficits legados por Cristina Kirchner al gobierno de Cambiemos, sucumbiendo a la Argentina en un colapso económico del que costará muchos años salir.
Los números de la debacle
10.000% crecieron los subsidios destinados a la energía entre 2007 y 2015
50% aumentó el nivel de demanda en ocho años
26% descendió la producción de gas en la Argentina
1,4% se incrementó la producción energética durante los gobiernos de CFK
US$ 25.000 millones de las reservas del BCRA se gastaron en importaciones
US$ 8.000 millones el saldo negativo en la balanza energética el año pasado