El Gobierno quiere tratar en marzo el proyecto de reforma del Código Penal

Así lo señaló Mariano Borinsky, el titular de la comisión a cargo de la elaboración del anteproyecto. El camarista señaló que en febrero comienza la última etapa de trabajo. La nueva legislación prohibirá que presos con delitos graves accedan a la libertad condicional

El Gobierno prevé enviar al Congreso nacional el proyecto de reforma del Código Penal  luego del inicio del período ordinario de sesiones, en marzo próximo, a partir de la iniciativa que elabore la comisión ideada para tal fin, la cual en febrero arrancará con la última etapa de su trabajo. 

El camarista de Casación Penal y titular de la comisión de Reforma del Código Penal, Mariano Borinsky, aseguró ayer que las modificaciones sobre las que trabajan no apuntan a “una ideología” sino a generar un cuerpo normativo “ágil, moderno y posible”, que permita a su vez “disminuir los márgenes de discrecionalidad judicial, estableciendo específicamente cuestiones en el Código Penal”. 

“No es un Código de una ideología sino uno posible, ágil y esperamos que sea por cien años más. Entendemos que va a sentar las bases en la Justicia, y partimos de la Constitución y del poder punitivo del Estado”, señaló Borinsky. 

Al ser consultado sobre uno de los aspectos más controvertidos de la reforma, como lo es la aplicación de la libertad condicional, indicó que “lo que se pretende es que se logre una aplicación efectiva de la Ley Penal”. Y agregó que se busca “disminuir los márgenes de discrecionalidad judicial, estableciendo específicamente las distintas cuestiones en el Código”. 

La comisión encabezada por Borinsky, que fue creada por el Presidente Mauricio Macri en febrero del año pasado, retomará el trabajo de redacción del anteproyecto de ley el 8 de febrero próximo, con la intención de remitir la propuesta al Ministerio de Justicia en marzo, para su posterior envío por parte del Poder Ejecutivo al Congreso Nacional. 

El camarista explicó que la instrumentación de un nuevo Código Penal  servirá para “darle a la sociedad un nuevo contrato social que contemple las nuevas modalidades delictivas”. Además, aclaró que el contenido del texto abarcará “no solo a las personas físicas, sino también a las personas jurídicas y empresas”.

Para ello, los miembros de la comisión analizaron la jurisprudencia y las leyes en otros países de América Latina y de Europa.

La lupa, sobre los beneficios excarcelatorios

Sobre el tema de la prohibición de la libertad condicional en delitos graves, Borinsky explicó que “se está haciendo una reformulación del artículo 14, teniendo en cuenta jurisprudencia de la Corte y de tratados internacionales suscriptos por la Argentina”. 

“De esta forma, algunas cosas se mantienen y otras se agregan. Se agrega un concepto según el cual se tiene en cuenta que la libertad condicional no se aplicaría para delitos dolosos cometidos con violencia, entre los cuales están abuso sexual agravado, trata de personas, de­saparición forzada, terrorismo, entre otros”, detalló. Asimismo, puntualizó que el nuevo artículo 14 “complementa lo que existía y fija plazos en determinados casos”. Por ello, afirmó que el nuevo Código será “más amplio, ágil y moderno” y consideró que podría servir para un centenar de años más.

El juez también informó que en el anteproyecto “se incorporan los delitos de desaparición forzada de personas, de lesa humanidad y genocidio” que actualmente no están contemplados en el Código Penal. 

Específicamente, sobre los delitos de lesa humanidad, dijo que “no solo son imprescriptibles, sino que implican el cumplimiento total de la pena”, lo cual ahora está sujeto a la interpretación de los jueces.

“Es muy importante recodificar nuestro sistema penal”

Ricardo Gil Lavedra 

Exministro de Justicia y actual coordinador del 

Consejo Consultivo del programa Justicia 2020

“En Justicia 2020 se han ido discutiendo, por capítulos y por temas, cada uno de los asuntos que fueron tratados por la comisión de Reforma del Código Penal y esta, a su vez, ha ido recibiendo todos los comentarios y observaciones que hemos receptado de la gente.

Más que resolver un aspecto específico, el tema más urgente hoy es tener un Código, porque la Argentina no lo tiene. La enorme cantidad de reformas que ha sufrido, particularmente en los últimos 20 años, hace que el actual sea algo absolutamente inmanejable. Es muy importante recodificar nuestro sistema penal.

Uno de los objetivos es establecer pautas claras para evitar decisiones que puedan ser contradictorias por parte de los jueces. Si bien siempre se pueden limitar los márgenes de apreciación de los magistrados, también es bueno que tengan alguna libertad, en algún caso específico, para poder adecuar la norma. 

Es muy difícil saber cuál será la extensión de vida del próximo Código Penal, porque en realidad siempre hay que ir modificándolo a los distintos cambios que se producen dentro de una sociedad. Por otra parte, creo que el anteproyecto que se está elaborando sigue una estructura general, porque ha habido una decisión política de seguir los lineamientos del Código anterior. La legislación siempre refleja las vivencias y los valores de una sociedad en un momento determinado y en este caso también va a ser así. Pero, insisto, lo más trascendente es poder tener un Código que hoy no tenemos”.

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