La pericia psicológica determinó que Cartasegna puede declarar

En el marco de las causas que se le siguen al exfiscal por varios delitos, fue realizada la evaluación de salud mental que había solicitado el titular de la UFI nº 11, Álvaro Garganta, y lo hallaron en perfectas condiciones. A fines de diciembre, abogados del imputado habían presentado un escrito alegando que no estaba apto para ser indagado

Peritos de la Procuración General de la Provincia de Buenos Aires evaluaron la salud mental del extitular de la UFI nº 4 de La Plata, Fernando Cartasegna, y determinaron que está en condiciones de declarar ante la Justicia, por lo que ahora los fiscales Álvaro Garganta y Ana Medina podrán citarlo a indagatorias, informaron fuentes judiciales.

El acusado “se presenta a la entrevista caminando por sus propios medios. Se lo observa lúcido, orientado en tiempo y espacio; en adecuadas condiciones de higiene y con vestimenta acorde a su condición y medio. Mantuvo una actitud de colaboración durante la entrevista. Se expresó con un vocabulario adecuado, no denotando fallas lógicas ni contradicciones”, indicó en el informe la licenciada Silvina Catera, perteneciente al cuerpo de peritos de la Policía Judicial de la Procuración General de la Provincia de Buenos Aires.

La experta en psicología también expresó que el discurso del exfiscal “es ordenado, coherente” y agregó que Cartasegna “acompañó sus verbalizaciones con una resonancia efectiva displacentera, manifestando angustia por el proceso que actualmente transita. La función sensoperceptiva se encuentra dentro de los parámetros de normalidad, no evidenciándose trastornos en dicha área. No delira ni alucina”. 

Asimismo, Catera explicó que “las funciones psíquicas de atención (de Cartasegna), concentración, cálculo y memoria se encuentran conservadas. Posee un tipo de pensamiento con adecuadas aptitudes para la abstracción y síntesis, con buena capacidad para extraer conclusiones y para la comprensión. Posee conciencia de situación. El juicio se encuentra conservado, así como también la prueba de realidad: capacidad para discriminar los estímulos procedentes del medio exterior de los estímulos internos”.

Por último, la profesional concluyó que “de acuerdo a lo observado en la entrevista, el Dr. Fernando Cartasegna se encuentra en condiciones para prestar declaración testimonial”. 

Se estima que, una vez que finalice la feria judicial, el fiscal podría ser citado nuevamente a indagatoria. Fuentes judiciales le informaron a este medio que en la otra causa por “falso testimonio”, que instruyen Ana Medina y Betina Lacki, el imputado sería citado una vez que declare ante Garganta.

Las acusaciones que lo complican

Cartasegna era el titular de la extinta UFI nº 4, especializada en Trata de Personas, Pedofilia y Barras Bravas, y está acusado de “incumplimiento de promover la persecución y represión, en concurso ideal con incumplimiento de los deberes de funcionario público”. El letrado habría omitido deliberadamente efectivizar una orden de registro y secuestro que había dispuesto el 23 de febrero de 2017 el juez Guillermo Atencio, en el marco de una causa por distribución de pornografía infantil.

El exfiscal también afronta cargos por presunta “falsedad ideológica de instrumento público –en 16 hechos– en concurso real, y en concurso ideal con incumplimiento de los deberes de funcionario público”. El acusado habría eludido el sistema de registro de causas que se realiza habitualmente en la Mesa General de Entradas, a la vez que “ordenó crear 16 carátulas de expedientes judiciales, obteniendo el correspondiente registro en el Sistema Informático del Ministerio Público, sin que existieran hechos delictivos denunciados reales que justificaran dicho registro, haciendo insertar de ese modo, en un documento público formalmente auténtico, la falsa declaración de un hecho de relevancia penal que investigar”, según señala el escrito de Garganta.

Cabe recordar que el extitular de la UFI 4 era sometido a juicio político a raíz de tres denuncias: la de Garganta, la de Lacki y Medina y la del procurador general de la Provincia de Buenos Aires, Julio Conte Grand. Acorralado por las acusaciones, Cartasegna terminó renunciando a su cargo. 

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