El manto de protección de Scioli a Codere

Codere es la principal operadora del juego en la Provincia de Buenos Aires. Tiene 14 salas de bingo y, desde hace dos décadas, vienen recibiendo escandalosos favores del poder político bonaerense.

En los últimos años, Codere, al igual que otras empresas del juego, también fue beneficiada con renovaciones de licencias por hasta 15 años, a cambio del pago de irrisorios cánones, que se abonan en 60 cuotas sin interés.

Semejantes facilidades, le permitieron a la firma española financiar su expansión en otros países. Pero una serie operaciones financieras oscuras en Europa la pusieron al borde de una crisis terminal, al punto que se encuentra en preconcurso de acreedores, con el riesgo de que distintos fondos buitres se queden con sus activos, entre los que se encuentran los bingos bonaerenses.

Lejos de saber sacarle provecho a esta circunstancia, para avanzar en una estatización y hacer que los miles de millones de pesos que genera el juego se queden en la Provincia, Scioli prefirió salir al rescate de la empresa española. Así fue como habría sellado un acuerdo entre gallos y medianoche, que contempla mantener las licencias, a cambio de que Codere “colabore con la administración bonaerense”. Se especula que el respaldo también se va  trasladar a la campaña electoral. Ya hay algunos antecedentes: la empresa española, por ejemplo, en más de una ocasión, habría realizado “generosos aportes” para montar los espectáculos gratuitos que suelen ofrecer en Mar del Plata artistas amigos del gobernador como Cacho CastañaRicardo Montaner y Los Pimpinela.

 Un actor protagonista clave del acuerdo habría sido el exministro del Interior menemista, Carlos Corach, que fue contratado por Codere.

Para dar cuenta de la magnitud del negocio que manejan los españoles en la Provincia, hay numerosos que hablan por sí solos. A saber:

-En 2008, en territorio bonaerense, Codere tenía 4487 tragamonedas, mientras en la actualidad tiene 6.253 unidades. Es decir, el parque de maquinitas aumentó casi un 40%, pese a que no se crearon nuevas salas.  En tanto, la recaudación media diaria de cada máquina pasó de 200,8 euros a 256,4 euros en 2013.

èEn el mismo período, en España, la cantidad de tragamonedas de Codere se redujo de 15.909 a 10.827, lo que representa una caída del 31%. En tanto, la recaudación por máquina pasó de 52,5 euros a 44,3 euros, una reducción del 15%.

-En México las máquinas de Codere pasaron de 19.575 unidades a 16.747 en 2013, una caída del 14%. La recaudación pasó de 55,2 euros por máquina a 47,5 euros, lo que representa una caída de casi 14%.

-En conclusión, cada máquina en la Argentina recauda 5 veces más, en euros, que en España y que México, pese a que el tipo de cambio es muy desfavorable para nuestro país. Asimismo, mientras que por la regulación y por los controles, el número de tragamonedas de Codere se fue reduciendo en España y México, en la provincia de Buenos Aires se siguió el proceso contrario. La firma española hoy tiene 1766 máquinas más que hace 7 años, cuando el sciolismo comenzaba su gestión.

Controladores descontrolados

Por estos días, mucho se habló de la irregularidad manifiesta que significa que el sistema on line para controlar las tragamonedas que regentea Cristóbal López haya sido cedido por el empresario, de forma gratuita, a la Lotería Nacional. Es decir, en el mundo K, saltar de controlado a controlante no es imposible ni contradictorio.

Ahora bien, el sistema de controlar de la Provincia no es mucho más transparente. En la primera mitad de la década pasada, la Universidad de Buenos Aires (UBA) fue convocada por el Instituto de Lotería y Casinos de la Provincia para monitorear el sistema on line de las máquinas tragamonedas. Pero dejó de participar al no permitírsele acceder a la información: sus profesionales habían propuesto sistemas de supervisión y control específicos, que fueron objetados y desechados, uno tras otro, por el Instituto. Ahora bien,  la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), en cambio, siguió adelante sin hacer ningún tipo de objeción.

En abril de 2012 el bingo de Adrogué fue noticia nacional. ¿El motivo? Una apostadora consiguió un premio de $39 millones en una tragamonedas que, obviamente, no le pagaron. Las autoridades del bingo lo atribuyeron a un error de la máquina y le ofrecieron solamente $5000.  Ahora bien, en el expediente administrativo que se tramitó en Instituto de Loterías y Casinos de la Provincia por este caso consta que se habrían registrado groseras irregularidades que impidieron el correcto funcionamiento de los sistemas de monitoreo que deberían controlar y supervisar a la información de las máquinas tragamonedas, determinando de forma automática los recursos que le corresponde al Estado.

Concretamente, un informe que forma parte del expediente, que fue realizado por la firma IGT Argentina S.A, subsidiaria de International Game Technology, que es la empresa fabricante de la máquina tragamonedas, es contundente. Afirma que la memoria de la máquina había sido borrada. Y constata que la placa del sistema on line, cuyo proveedor es la empresa SIELCON, estaba suelta dentro de la máquina, sin ningún tipo de aislación.

El software informático que se utiliza para realizar un seguimiento on line de las maquinitas durante las 24 horas se implementa para hacer cumplir la ley vigente que otorga por ley $ 5 de cada $ 100 que se juegan al Estado, mientras el operador privado obtiene $ 10. Los $85 restantes se usan para pagar premios. En ese contexto, desde hace tiempo, existen serias sospechas de que se estaría implementando un mecanismo fraudulento que consiste en “tocar” las máquinas de manera tal que no reporten su funcionamiento al ente regulador del juego, una maniobra que afecta el erario público e influye luego en el aporte fiscal correspondiente.

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