El negacionismo en la campaña y el desconocimiento como herramienta

En diálogo con diario Hoy, la abogada en juicios por crímenes de lesa humanidad, Guadalupe Godoy, analizó el impacto de los discursos que reivindican la dictadura y habló de los lenguajes ocultos en las palabras.

Las declaraciones recientes, y las no tan recientes, de la candidata a vicepresidenta de La Libertad Avanza, Victoria Villarruel, dejaron en evidencia una situación de la política argentina que genera preocupación. Las luchas que parecían haber quedado en el pasado, vuelven a aparecer en un momento clave de la historia, la contienda electoral.

El 2023 no es un año importante por el simple hecho de que se renovarán las autoridades que gobiernan desde el 2019, sino también porque el proceso eleccionario se da en un momento en el que se cumplieron 40 años de democracia ininterrumpida en nuestro país. Sin embargo, a algunos sectores de la política eso parece no importarles.

El negacionismo sobre los hechos ocurridos en la última dictadura cívico millitar, una etapa oscura donde miles de argentinos fueron víctimas de tormentos, torturas, desapariciones físicas y asesinatos, volvió a aparecer en la escena de la política actual y de la mano de un partido que, en las elecciones primarias del pasado 13 de agosto, cosechó un amplio nivel de adhesión entre el electorado, lo que genera aun más preocupación.

Fue la candidata a vicepresidenta de La Libertad Avanza, Victoria Villarruel, quien en un programa de televisión expresó abiertamente: “El terrorismo de Estado no existe, acá hubo una guerra, y si la olvidamos puede pasar cualquier cosa si no hay fuerzas armadas que contengan”.

En ese aspecto, en diálogo con diario Hoy, la militante de los derechos humanos y abogada en juicios por crímenes de lesa humanidad, Guadalupe Godoy, habló de la peligrosidad que representan estos discursos y además remarcó que “no se trata solo de un discurso negacionista, también lo que hay es una militancia activa contra la impunidad de los genocidas”.

Asimismo, analizó que existe además “una suerte de apropiación de nuestro discurso hablando de los genocidas como presos políticos y hablando de la violación de sus derechos y garantías encubriendo el terrorismo de Estado”, y agregó que “no es una expresión abierta, sino que se esconde en esta cuestión de las otras víctimas”.

Por otro lado, realizando el análisis a partir del buen resultado que obtuvo el partido de La Libertad Avanza en las elecciones Primarias, consideró: “Ese 30 % que optó por esta fórmula desconoce de estos pensamientos, nos negamos a hacer una relación directa entre este porcentaje de población que los eligió y las ideas negacionistas o la reivindicación del genocidio”.

“Hay un desconocimiento que tiene que ver con la forma solapada en que llevan ese discurso. Hay que ver cómo nosotros podemos mostrar el puente entre esa reivindicación del genocidio y la propuesta electoral que llevan adelante hoy y que también tiene que ver con el proyecto político y económico del genocidio”, agregó al mismo tiempo.

Por otra parte, consideró que es incorrecto hablar de discusiones saldadas cuando se trata de temas como la dictadura, ya que “los sentidos en torno a este tema siempre están en ­disputa... en algun momento hay memorias que quedan dominantes, otras subterraneas y otras que quedan invisibles porque no encuentran la habilitación social para ser dichas, seguramente ahora los dichos de Victoria Villarruel puedan potenciar a aquellos que no se animan a hablar”.

“Son fenómenos que nos cuestan asimilar, ya que siempre hay una tendencia a pensar de que es una discusión saldada”, sentenció y además dejó en claro que esto se da en un “contexto complejo, pero no solo en Argentina, sino en toda latinoamérica por el surgi­miento de estos neofascismos”.

Por último, para finalizar, dejó en claro que “es un error estigmatizar a pibes y pibas por ser votantes de Milei, porque a esa fórmula la votaron muchos rangos etarios, entonces hay que entender que hay cosas que la democracia no pudo satisfacer en terminos de derechos”. Así, dejó en claro que hay que tomar el desafío de la autocrítica de ahora en adelante.

Es imperioso que, de cara a las elecciones Generales, todos los espacios que esten en contra de este tipo de pensamientos que reivindican la etapa más oscura de la historia argentina tomen cartas en el asunto y dejen al descubierto los verdaderos pensamientos de estos sectores.

El repudio en la sociedad

Pese a que muchos guardaron silencio, un sector de la sociedad cercano a Madres y Abuelas de Plaza de Mayo se sumaron a una convocatoria para repudiar los dichos de la postulante y salieron a las calles porteñas para manifestar su enojo y preocupación ante la reaparición pública del negacionismo.

En ese aspecto, en un evento que se llevó a cabo el pasado 4 de septiembre, diversas organizaciones de derechos humanos, políticas, sociales, sindicales y estudiantiles repudiaron frente a la Legislatura porteña el “homenaje a las víctimas del terrorismo” al que convocó Villarruel, al mismo tiempo que repudiaron sus dichos.

En el lugar, se brindó una conferencia de prensa y se leyó un documento en rechazo al “evento convocado por Villarruel con el eufemismo de ser un homenaje a las víctimas del terrorismo, pero que solo constituye una reivindicación a los autores del genocidio y sus cómplices”.

“Nada tiene de democrático el reivindicar a quienes hacen apología del régimen dictatorial que significó la negación de todos los derechos y

libertades democráticas”, afirmaron, y destacaron también que “en este país no hubo una guerra entre dos demonios, sino que fue un terrorismo de Estado, un genocidio con 30.000 víctimas directas, delitos aberrantes y crímenes de lesa humanidad que no prescriben”.

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