Doble crimen
El presunto asesino de la pareja de Gorina es “ñoqui” de Garro
Se trata de Sergio Maydana. Figura como empleado de la Municipalidad de La Plata en la Dirección de Control Urbano, pero afirman que no iba a trabajar. Otro escándalo para el intendente
Sergio Ariel Maydana, de 39 años, el hombre que se sospecha participó de manera activa en el doble crimen ocurrido el lunes pasado en la zona norte de La Plata, en el que murieron el médico cirujano plástico Guillermo Luna y la pareja de este, Laura Favre, continúa prófugo y ahora trascendió que es empleado municipal en el área de Control Urbano de la capital provincial, y que sería un “ñoqui” del intendente Julio Garro.
El dato es sencillo de comprobar. En el sitio oficial del Anses figura que la Municipalidad de La Plata es empleador de Sergio Maydana desde marzo de este año. Además trascendió que el hombre, un financista y vendedor de celulares, dependía de la Dirección de Control Urbano y no tenía función alguna en esa dependencia ni cumplía horarios.
Esta irregularidad no es el objetivo principal de la investigación de los detectives, pero de manera colateral es un golpe para el jefe comunal Julio Garro. Es que tener en el plantel municipal a un empleado que cobra un sueldo y no va a trabajar va en sentido contrario a lo que remarca el Gobierno nacional y provincial en cuanto a la lucha contra la corrupción y en la búsqueda de una administración transparente. Esta situación compromete a Garro, quien sin duda deberá dar explicaciones.
Sobre Maydana y sus antecedentes laborales se sabe, de acuerdo a un análisis de su Facebook, que trabajó como electricista, vendedor de autos, en una inmobiliaria y actualmente tiene un local de telefonía celular en 38 entre 11 y 12 y sería financista.
Indicios que comprometen
Un informe actualizado sobre los rastros dactiloscópicos hallados en la camioneta Kia Sorento del médico y la esteticista asesinados da cuenta de que se levantaron huellas de Maydana y de su pareja, la oficial de policía Flavia Rodríguez, quienes están desaparecidos desde horas después del momento del hecho y se convirtieron en los principales sospechosos.
Según se precisó las huellas de Maydana aparecieron en la puerta del conductor y las de Rodríguez en la parte interna de la puerta trasera del lado izquierdo.
Mientras tanto, la hijita de los prófugos, de tan solo 5 meses, sigue al cuidado de su abuela materna en Ensenada.
Más allá de las huellas, hay otros elementos que comprometen al matrimonio Maydana-Rodríguez, ya que en el allanamiento realizado en su casa se encontraron vainas y balas idénticas a las empleadas en el doble homicidio.
Además, los investigadores analizan computadoras, tablets y pendrives secuestrados en los cuatro allanamientos realizados el jueves en la casa y el consultorio de Luna, en el domicilio de Maydana y en la vivienda de la madre de la mujer policía.
Un tercer sospechoso con antecedentes penales
Los investigadores del doble crimen de Gorina analizan la posibilidad de que haya un tercer implicado, ya que además de las huellas de los principales sospechosos (Sergio Maydana y su pareja, la suboficial de policía Flavia Rodríguez), en la camioneta 4x4 donde se cometieron los homicidios se encontraron rastros dactilares de un hombre con antecedentes penales.
Los rastros de esta tercera persona figura en el AFIS (Sistema Automatizado de Identificación de Huellas Dactilares, según sus siglas en inglés), la base de datos de personas con antecedentes penales.
“Es una persona que tiene antecedentes penales. Pero habrá que analizar los motivos de la presencia de su huella. Quizá fue el que lavó la camioneta días antes de los homicidios, todo puede ser”, dijo a Hoy un jefe policial que trabaja en la causa.
El doble crimen del cirujano Guillermo Luna (65) y su esposa, la esteticista Laura Favre (42), se registró en la noche del lunes pasado en la calle 490, entre 136 y 137. Los cuerpos de las víctimas fueron encontrados dentro de una camioneta Kia Sorento negra, patente HRK440, que apareció chocada contra una torre de alumbrado y con las luces prendidas, luego de haber derribado postes.