El Senado aprobó la designación de los embajadores en Venezuela, Ecuador y Honduras

El Senado aprobó ayer los nombramientos de los embajadores argentinos ante Venezuela, Honduras y Ecuador propuestos por el Gobierno de Alberto Fernández, en una sesión en la que la oposición manifestó objeciones en el aval a los dos primeros diplomáticos.

Los nombramientos de los postulantes Oscar Laborde (Venezuela), Gabriel Fuks (Ecuador) y Pablo Vilas (Honduras) recibieron 63 votos positivos con aval pleno del interbloque del Frente de Todos, mientras que los senadores del opositor Juntos por el Cambio pusieron reparos a Laborde y a Vilas.

Durante la sesión, el jefe de ese bloque, Alfredo Cornejo, expresó que la oposición apoyaría en general las designaciones, pero expresó objeciones en el nombramiento de los embajadores Vilas y Laborde.

“Reconocemos la facultad del Poder Ejecutivo de enviar embajadores, pero tenemos consideraciones sobre la doble nacionalidad de Vilas (argentina y hondureña), y en el caso de Laborde nuestra posición es contraria categóricamente a la política que tiene el Gobierno con Venezuela”, expresó.

La presidenta de la comisión de Acuerdos, Anabel Fernández Sagasti, y su par del Frente de Todos, Oscar Parrilli, rechazaron los planteos de Cornejo sobre Vilas.

Durante la reunión de la comisión de Acuerdos en la que se emitió dictamen favorable a los nombramientos, la situación política en Venezuela dominó el debate y motivó duros cruces entre oficialistas y opositores.

Sobre ese punto, el propio Laborde expuso en la comisión y calificó como “profunda y antigua” la relación entre la Argentina y Venezuela, y el vínculo entablado a partir de su incorporación al Mercosur.

También cuestionó los intentos de “congelar” esa relación con la separación del país de ese bloque regional.

“Hubo una crisis política económica y social de Venezuela, y es clave que busquemos las multicausas que generaron esa situación”, declaró entonces.

El diplomático sostuvo que el Gobierno actual “pretende poder accionar sobre eso”, y destacó que “hay una coherencia con la no injerencia en intervención externa y el diálogo”, con la premisa de que “el problema de los venezolanos lo arreglen los venezolanos”.