Entre Quilmes y Berazategui: “ladran, Martiniano, señal que…”


A pocos días de subir al caballo del castigadísimo Municipio quilmeño, el intendente electo Martiniano Molina (Cambiemos) empieza a sentir el rebenque de Barones históricos de la política bonaerense.

Quien fuera “eterno” intendente de Berazategui, Juan José Mussi (foto), empezó a ver la paja en el ojo ajeno viendo que a “la década ganada” ya no le queda nada.

Detrás de su computadora, ayer escribió tres “tuits” consecutivos teledirigidos al chef, porque –según Mussi- le quitó a Ariel López, quien fuera durante mucho tiempo hombre de Mussi en el municipio de la capital del vidrio.

Primer mensaje: “Me siento afectado y decepcionado por la actitud de Ariel López, quien fue por muchos años mi Secretario de Cultura en Berazategui (sigue)”. Segundo: “Me enteré por los medios que colaboraría en el futuro gobierno de Quilmes (sigue)”. Tercero y último: “Me siento defraudado y ha dejado de ser mi amigo. Me equivoqué y lo admito. A esta altura de mi vida, yo no habría procedido de esta manera”.

El tema es que Martiniano convocó a López para llevarlo al hábitat político quilemeño, entre otros funcionarios del vecino Berazategui.

El veterano Mussi (padre de Patricio, actual intendente Patricio) fustigó también a quien arrasó en Quilmes durante las Generales, diciéndole –también por mensajito- que “no tiene códigos”.

Como dice el refranero, "ladran Sancho (en este caso Martiniano), señal que...", o bien otra reflexión que cabe justo en la transición para aquellos aferrados al poder que no quieren ceder la posta a otros: "Perro que ladra, no muerde...."