La Plata
Esur: el millonario contrato que la basura no puede esconder
Sin el aval del Concejo Deliberante, en el primer trimestre de su gestión el intendente Julio Garro decidió ampliarle el contrato a la empresa recolectora, que pasó a recaudar más de $50 millones mensuales. Crecen las sospechas por abultados retornos y se multiplican los reclamos por la calidad del servicio
Basura acumulada, residuos reducidos con fuego violando leyes y ordenanzas y malos olores en distintas zonas de La Plata son parte de una realidad que no le es ajena a los vecinos, porque se hace evidente con apenas caminar por las calles de la ciudad.
Sin embargo, si algo pudiera ensuciar todavía más el presente de la que alguna vez fue la pintoresca y cuidada metrópolis de las diagonales, eso es la oculta, espuria y unilateral renegociación del contrato con Esur que el intendente Julio Garro selló al inicio de su gestión.
Porque, pese a las reiteradas denuncias y reclamos contra esta empresa, con sobradas muestras de ineficiencia en la recolección de residuos, el municipio decidió ampliar el convenio hasta agosto de 2017, garantizando más de $51 millones mensuales para la firma que, al año, superan los $600 millones. ¿Quiénes pierden con esta rúbrica?, se preguntará el lector. Y la respuesta está en los propios contribuyentes, porque, según pudo saber Hoy, la extensión del acuerdo implicaría, a su vez, un retorno de $2,8 millones por mes para financiar “cajas políticas” de la Comuna.
También, son los platenses quienes deben pagar los sueldos de los 80 cooperativistas que Esur se comprometió a incorporar y que, según sostienen desde la oposición y el propio oficialismo, trabajan en condiciones precarias.
Son los propios ediles quienes afirman, a contramano del discurso del Ejecutivo local, que la compañía jamás sumó los 35 camiones 0km que prometió tras la ampliación del contrato y, en cambio, recicló unidades viejas.
Una “estafa” denunciada por oficialistas y opositores
“Incumplen con todo y quieren que les aprobemos esta estafa”, se quejaron los ediles de las distintas fuerzas políticas, cuando hace pocas semanas recién pudieron acceder a la millonaria adenda que Garro le otorgó a la compañía recolectora seis meses atrás. En rigor, la ampliación nunca fue convalidada por el Concejo Deliberante y el expediente se encuentra virtualmente cajoneado en la Comisión de Hacienda, puesto que solo contaría con el aval del presidente del Cuerpo legislativo, Fernando Ponce. Incluso, el bloque radical, integrante de la alianza Cambiemos, se mantiene firme en su decisión de no avalar el contrato con una empresa que día a día enturbia el paisaje de la ciudad.
De hecho, la postal crítica de calles, diagonales y bulevares, con bolsas de más de dos días, tuvo un nuevo capítulo ayer en el Concejo Deliberante, donde la totalidad de los bloques políticos pidieron al Ejecutivo que intime a Esur para que “garantice, regularice o realice” la recolección de residuos en diferentes zonas de La Plata.
A través de distintos proyectos, oficialismo y oposición se hicieron eco de las quejas vecinales. Por demás ilustrativo fue el caso del concejal del Frente para la Victoria-PJ (FpV-PJ), Fabián Lugli, quien, celular en mano, mostró imágenes de quema de basura en cercanías de Los Hornos, al tiempo que le solicitó al municipio que detalle “sobre la recolección de residuos secos y qué campaña informativa se ha realizado al respecto”.
“Los vecinos de la ciudad desconocen el horario de recolección de los residuos secos y el tratamiento que se les brinda a estos, dado que se han visto camiones de residuos habituales recogerlos y compactarlos”, advirtió el edil, al tiempo que añadió que “es mucha la basura que se junta, porque no se sabe a ciencia cierta qué días, horarios y por qué zonas pasan los camiones”.
En otra línea, el presidente del bloque FpV-PJ Nacional y Popular, Guillermo Cara, reclamó “mejorar la calidad del servicio, contemplando las demandas y necesidades de los vecinos, pero también de los trabajadores, que muchas veces recogen los residuos sin guantes, con riesgos muy graves”, mientras citó el caso de “un recolector que días atrás se pinchó con una jeringa. Eso habla de la falta de información que el municipio le da al vecino en cuanto a la separación en bolsas y de la ropa inadecuada que utilizan los cooperativistas”.
Por su parte, también en la sesión de ayer, el concejal del GEN, Gastón Crespo, solicitó al Ejecutivo que informe, con relación al arrojo de residuos, en inmediaciones de la cantera de Hernández, y, haciéndose eco de las denuncias vecinales, alertó que “se vio a trabajadores municipales reduciendo la basura con fuego”, como parte de “una práctica arcaica prohibida por leyes nacionales, provinciales y ordenanzas municipales desde hace más de 60 años”.
“La quema de residuos es cancerígena, enferma los pulmones y es algo en lo que el municipio debería tomar cartas en el asunto”, concluyó el concejal.
Los millones ocultos bajo los residuos
$600: millones anuales es la fortuna que amasaría Esur tras el contrato renegociado por el intendente Julio Garro
$51: millones mensuales le garantizaría el nuevo convenio a la empresa recolectora
$1,65: millones diarios ganaría la firma tras el acuerdo
$2,8: millones irían a parar a “cajas políticas” del municipio platense
La historia oscura de una empresa que huele mal
Los antecedentes de la compañía recolectora de residuos en La Plata se remontan a la última dictadura. Sospechas de “cajas políticas” de recaudación que frenarían la municipalización del servicio. El buen ejemplo de las localidades vecinas y su ahorro del 30% en costos de recolección
Los vínculos del municipio de La Plata con la empresa recolectora de residuos 9 de Julio, que en la actualidad está bajo el caparazón de Esur SA, se remontan a la época de la dictadura militar, cuando el intendente era Abel Román.
En aquel entonces se firmó un contrato por 20 años, lo que permitió a la empresa mantener el negocio durante los gobiernos radicales encabezados por Juan Carlos Albertí y Pablo Pinto, y las primeras dos gestiones del justicialista Julio Alak.
A comienzos de la década pasada, la empresa ideó una polémica licitación que en su momento cosechó numerosas denuncias ante las sospechas de que habría estado digitada para que el negocio siguiera en las mismas manos. Así fue como 9 de Julio hizo una unión transitoria de empresas con la ignota firma Brothers in Law, manteniendo la concesión por otros 10 años. Posteriormente, el convenio fue prorrogado sin hacer un llamado a licitación y haciendo uso de un vericueto establecido en el contrato. Y este año, la gestión de Julio Garro puso “la frutilla del postre” con un aumento sideral del presupuesto asignado que, según pudo saber Hoy, se aplicaría de forma directa a través de una “ampliación provisoria”, sin pasar siquiera por el Concejo Deliberante.
El contrato de Esur SA con la Municipalidad de La Plata vence el año que viene, por lo que debería hacerse un nuevo llamado a licitación
Sin embargo, desde hace décadas, el negocio de la basura en La Plata está sospechado de ser una “caja negra” de la política. Por eso, nunca se avanzó hacia la municipalización del servicio, porque ello hubiese implicado ponerle punto final a las “cajas políticas” que se conforman con las llamadas “comisiones” que se suelen pagar por contratos de tamaña envergadura.
Cabe destacar que distritos como Berisso y Ensenada tienen un servicio municipal de recolección. Lo mismo sucede en Quilmes, donde se decidió no renovarle el contrato a la empresa Covelia, posibilitando un ahorro del 30% de los costos de recolección.
Esur ha tenido muchos inconvenientes que van desde basurales hasta incrementos significativos en su presupuesto. Es de público conocimiento que el sistema de recolección de basura en la ciudad platense siempre ha sido deficiente y no se acompañó con una política ambiental proyectiva.
Un dueño en las sombras
Si bien desde lo meramente formal, en el directorio de la empresa de recolección de residuos Esur SA aparece Ricardo Alberto Molina como presidente y Gabriel José Suarez como vice, los hilos de la compañía serían manejados, desde la sombras, por un empresario español de 72 años llamado Honorato Lorenzo Caamaño Vázquez, a quien en ambientes políticos y empresarios se lo suele mencionar con el sobrenombre “El Gato”.
Caamaño Vázquez tendría como principal socio al contador Héctor Enrique Márquez, también vinculado a la empresa 9 de Julio y con antecedentes penales en la provincia de Tucumán, ya que llegó a estar procesado por la contaminación de un río con residuos tóxicos y patológicos.
Contra todas las leyes
Decenas de pedidos de informes se acumulan en las comisiones del Concejo Deliberante local, con el Ejecutivo como destinatario, que poco o nada responde sobre la denunciada ineficiencia en el servicio prestado por Esur.
El eje principal que unifica a opositores y oficialistas es el incumplimiento “de todos los artículos” de la Ordenanza 10.661, conocida como Basura 0, pero que, tras la asunción del intendente Julio Garro, “debería rebautizarse como Basura millón”, ironizan hasta en Cambiemos.
Según los ediles, el municipio no vela porque la empresa cumpla con esta iniciativa que, entre otros puntos, debe garantizar el efectivo tratamiento de los Residuos Sólidos Urbanos (R. S. U.), a través de la Agencia Ambiental Municipal, a cargo de Juan Ignacio Martínez Ayerra, que está en la cuerda floja tras la ola de renuncias que semanas atrás sacudió algunas áreas de la Comuna.
Tampoco las autoridades municipales “dan cuenta bimestral del trabajo de Esur”, según lo determina la normativa. En tanto, todavía brilla por su ausencia el Consejo de Control y Seguimiento para la “gestión integral de los R. S. U.”.
Con todo, la ordenanza ignoraría lisa y llanamente los procedimientos para la gestión de los R. S. U. establecidos en la Ley Provincial 13.592 y la Ley Nacional 25.916.
Se multiplican las denuncias por la falta de servicio
Las voces criticando el desempeño de Esur en la recolección de residuos en la ciudad de La Plata se multiplican. Fueron decenas las denuncias que llegaron a la redacción del diario Hoy para advertir sobre las crecientes deficiencias en el accionar de la empresa, sin que desde el municipio se hayan atendido estos reclamos.
Es así que vecinos de barrios como San Carlos, La Granja, Los Hornos, Villa Elisa, Altos de San Lorenzo, Villa Alba, Barrio Malvinas, Arana y La Loma hicieron escuchar sus voces por las tareas incumplidas por parte de Esur a la hora de recolectar la basura.
Muchos habitantes de la zona de 47 de 143 a 160 hace días que expresan su disgusto por la
inacción de la empresa que puede verse en bolsas que se acumulan en las veredas sin ser retiradas.
A su vez fueron diversos los pedidos para que se regularice la recolección de residuos en las zonas que van de 137 de 520 a 522, 160 entre 64 y 65, avenida 19 de 77 a 78, calle 153 y 73, y en calle 35 y 151.
El enojo vecinal fue variado y llegó a diferentes puntos de la ciudad. Las quejas también vinieron de ciudadanos que viven en la calle 15 entre 421 bis y 422, 122 y 614, 155 y 90, y en la zona que va de 35 de 18 a 22.