Fariña volvió a apuntar contra Ricardo Echegaray
El “valijero K” acusó al extitular de la AFIP de haber encubierto al empresario Lázaro Báez. Además, cuestionó los extraordinarios planes de pago que le dio a sus firmas, ampliamente beneficiadas con la obra pública kirchnerista. “Era parte del plan sistémico de la corrupción”, sentenció
Leonardo Fariña, el financista que sirvió como enlace a Lázaro Báez para sacar fondos de la obra pública del país en forma ilícita y luego retornar “legalmente” a territorio nacional, volvió a apuntar contra el extitular de la AFIP, Ricardo Echegaray, de quien a principios de este mes había asegurado que participaba de la “fiesta” de las coimas, exigiendo un pago equivalente al 5% de la obra en cuestión.
Ahora, el “valijero K” detalló el rol que habría tenido el exrecaudador para que el dueño de Austral Construcciones haya podido cometer sus ilícitos, como la utilización de facturas truchas para ocultar sobreprecios y disimular gastos: “¿Cómo hacía Báez para transportarse de Río Gallegos a San Fernando? Se necesita que las aduanas te encubran y eso dependía de la AFIP”, acusó, y continúo: “Otro tema es el de los planes extraordinarios de pago, como los que tuvo Cristóbal López. Puedo asegurar que las empresas de Báez no estaban en una situación de quiebre financiero para que les dieran semejantes planes. Lo peor es que estos se caían y se volvían a levantar, algo que es completamente improcedente. Y después, el responsable de eso, Echegaray, declaró algo que no me voy a olvidar más: A Báez no lo conozco pero terminará preso. ¡Y lo dijo cuando todavía era titular de la Auditoría General de la Nación!”
Para Fariña, ese fue “un mensaje mafioso” porque “se cree intocable” pese a la multiplicidad de denuncias que enfrenta en su contra. Para el platense, “el sistema kirchnerista utilizó a las personas en el momento en que eran funcionales. Cuando surgió un problema, los desconoció. Ricardo Echegaray dijo que no conocía a Báez, pero que iba a terminar preso. (…) La plata venía de las arcas públicas, no era un empresario el que las manejaba. Para que a Báez le hayan asignado 25.000 millones de pesos en obra pública tiene que estar la Cámara de Construcción en el medio, el Ministerio de Planificación y el Poder Ejecutivo. Por todo esto, él (Báez) tiene que hacer una autocrítica y colaborar, decir lo que sabe en la Justicia”.
En esta línea, el financista calificó a Echegaray como un engranaje de lo que él denominó “plan sistémico de la corrupción K”, según el cual ni Cristina Kirchner, ni Julio De Vido pudieron desconocer las maniobras del exsecretario de Obras Públicas, José López. “Por esto, el fiscal Gerardo Pollicita requirió la indagatoria de CFK por el fraude en la obra pública a favor de Báez”, recordó.