Así se lo dijo Cartasegna a la fiscal Medina
Fue obligado a escribir la palabra “Nisman”
El escalofriante detalle fue revelado por Fernando Cartasegna a la fiscal Ana Medina. Además, detalló que los sometimientos duraron 30 minutos. En tanto, ayer habló y admitió que “lo que se hizo estaba muy planeado” y puso “las manos en el fuego” por la gente que trabaja con él
En la declaración que el fiscal Fernando Cartasegna realizó ante la fiscal Ana Medina anteayer, pocos minutos después de haber sido encontrado atado y tirado boca abajo en su despacho, la víctima explicó que fueron treinta minutos de sometimiento.
Según el damnificado, el agresor, al que nunca vio, en los primeros instantes (antes de que lo sujetara con cables, hilos y cintas de embalaje), lanzó una serie de amenazas y hasta lo obligó escribir la palabra “Nisman” con azúcar en el piso.
“Ya te dijimos que te dejes de joder con las investigaciones.Y ahora poné Nisman”. Eso le dijo el agresor a Cartasegna, ordenando así que escribiera el nombre del fiscal federal hallado muerto en enero de 2015 en su departamento de la Torre Le Parc.
Ayer, en tanto, ya en su casa, Cartasegna habló nuevamente y rechazó que su custodia lo haya “entregado” a quienes lo atacaron en su despacho.
“Esto no se pudo prever de ninguna manera, yo estaba custodiado. No se trató de una entrega. No había forma de que me pasara algo”, afirmó Cartasegna.
En declaraciones radiales, el fiscal explicó: “Si las cosas son como yo las recuerdo, todos se darán cuenta de que lo que se hizo estaba muy planeado”. Y luego agregó: “Tengo gente alrededor y pongo las manos en el fuego por ellos, es gente que sufre por mí”.
También puntualizó el fiscal que “aún no estoy en condiciones de reconstruir lo que pasó”. Cartasegna se mostró confundido en torno a lo ocurrido y lo puso en manos de la fiscal Ana Medina, encargada de investigar el hecho y a quien calificó como “una colega excelente”.
Por otro lado, se excusó de brindar detalles, porque no podía recordar con claridad y la fiscal Medina le pidió “prudencia”.
De todas maneras, consideró que los autores del ataque buscaron la forma “imposible” de concretarlo, debido a las precauciones tomadas, y “lo lograron”.
Cartasegna aseguró que no recuerda haber hecho un pedido de ayuda por teléfono y que no sabe cómo acudieron a su despacho.
El último ataque contra el fiscal fue llevado a cabo este miércoles y, según contó el procurador de la Provincia de Buenos Aires, Julio Conte Grand, el atacante ingresó al despacho en el que el fiscal estaba solo y lo maniató.
Más detalles de la pesquisa
Aunque anteanoche uno de los investigadores indicó que Cartasegna pudo hacer un llamado con el celular para pedir ayuda, ayer se explicó que el funcionario fue asistido por dos agentes penitenciarios, quienes fueron al despacho porque no atendía el teléfono fijo.
También hubo una aclaración sobre la posición en que fue maniatado el fiscal. En principio se indicó que había sido con las manos atrás, pero en las últimas horas afirmaron que las tenía adelante.
Como se recordará, el pasado sábado, Cartasegna había sido golpeado y amenazado de muerte en las inmediaciones de los tribunales penales por dos hombres y una mujer, uniformados como policías.
Envió al custodio a una diligencia
El subcomisario que estaba a cargo de custodiar al fiscal Fernando Cartasegna afirmó ayer que, poco antes del ataque, el funcionario judicial lo había enviado a realizar una diligencia.
Según el informe que brindó ante el jefe del Departamento de Custodias Especiales de la Policía Bonaerense (el comisario mayor Claudio Bizkak), el subcomisario Juan Ramón Ramírez se retiró de la sede de la UFI nº 4 este miércoles a las 15 “a fin de cumplimentar una diligencia que le había requerido el doctor Cartasegna en forma personal”.
El documento sigue la línea de las primeras declaraciones de Cartasegna tras el ataque, en las que desligó de responsabilidades a la custodia.
Ramírez consignó que se enteró por una llamada telefónica de la agresión sufrida por el fiscal y se dirigió al Hospital Italiano.
La Auditoría General de Asuntos Internos empezó a investigar si Ramírez cometió alguna irregularidad. Según pudo averiguar este medio, cuando un funcionario ingresa al sistema de custodias personales firma un contrato, en el que se compromete a tener cerca al agente de seguridad de manera continua.
“Pero si el objetivo pide al vigilador que se vaya, ya es responsabilidad del primero”, explicó un jefe policial.