Insólito: un año de seis trimestres

Luego de las experiencias piloto que se venían realizando, la resolución 1057 instituye formalmente la unidad pedagógica que imposibilita que se pueda repetir el 1º año de la primaria. Polémica 

Si no fuera trágico, ya que está en juego el futuro de millones de chicos, parecería una broma de muy mal gusto. En un caso que prácticamente no registra antecedentes, más allá de escasas experiencias aisladas que se dan en países cuya realidad nada tienen que ver con los problemas que afronta la Argentina, el primer año de la escuela primaria consta de seis trimestres. Así lo dispuso en 2012 el Consejo Federal de Educación, y ahora fue avalado por la Provincia mediante la resolución 1057.

“El primer y segundo año de la educación primaria constituyen el tramo inicial del primer ciclo conformado por una unidad pedagógica en los que los tiempos y las situaciones didácticas propiciarán el avance de todos los niños…”, dice la resolución. Y agrega: “Constituyen 2 años cronológicamente consecutivos y graduados que conforman una unidad de seis trimestres. En la extensión de estos seis trimestres se definirá la promoción al tercer año en el informe final del segundo año, existiendo continuidad entre el primero y el segundo sin régimen de promoción hasta entonces”.

La unificación del 1º y 2º año, en 2013 y 2014, tuvo carácter experimental en la Provincia, pero a partir del año que viene será instituido legalmente.

La unidad pedagógica fue creada por el Consejo Federal de Educación, que lidera el ministro kirchnerista Alberto Sileoni, organismo que estipuló que los chicos que habiendo terminado el primer grado no hayan alcanzado los objetivos esperados, deberán contar con “propuestas de acompañamiento específico”, como tutorías, extensión de la jornada escolar y materiales especiales. Entre los fundamentos de la medida, desde el Ministerio señalan que “los chicos logran aprender a leer y a escribir al final de segundo grado”. Y que se ha demostrado que la repitencia “no sirve para aprender mejor”.  La medida, dijeron en Educación, tiene un carácter “inclusivo”.

La realidad es bien diferente. Este verdadero engendro permite, por ejemplo, que un chico pase de 1º a 2 año sin siquiera saber escribir “mi mamá mi mima” o, lo que es peor, sin tener la menor noción de cuánto es 1 + 1.

Difícilmente haya algún padre responsable que avale que su hijo, no habiendo cumplido los requisitos mínimos para pasar de año, sea igualmente promocionado como una forma inflar las estadísticas. La infamia es doble: por un lado se le miente a la sociedad al querer mostrar números sobre desempeño escolar que no son reales, ya que prácticamente se está eliminando la exigencia, y por el otro lado se está perjudicando al propio chico que debería repetir ya que se le permite avanzar a un nivel educativo sin estar en condiciones, lo que llevará a que más temprano que tarde sufra una enorme frustración.

Adiós a los boletines

En los próximos meses, los tradicionales boletines de calificaciones pasarán a ser historia. Serán reemplazados por la denominada “Libreta de Trayectoria Escolar”, que será el documento  en el que se consignen no sólo las notas obtenidas por el alumno en cada trimestre y año, sino también los informes de avances de aprendizajes de cada área y espacio curricular. 

Según la resolución 1057, los informes de evaluación deberán comunicarse en un plazo no mayor a los 5 días hábiles luego de finalizado el trimestre.

“La evaluación y resultante calificación son de índole personal, por lo tanto es responsabilidad de la escuela garantizar la confidencialidad de la información impidiendo su difusión pública y las posibles estigmatizaciones resultantes de la misma”, dice la resolución. Y agrega: “El trabajo colectivo con la información vinculada a la calificación de cada alumno deberá respetar el derecho a la privacidad, siendo responsabilidad de los actores institucionales diseñar instrumentos de trabajo y formatos de comunicación que avalen el cumplimiento de tal derecho” 

La nueva normativa también contempla la creación del Legajo Unico del Alumno, con información de su desempeño en la vida escolar desde la etapa inicial hasta la secundaria. Este legajo será compartido por todos los actores intervinientes en cada nivel y modalidad.

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