IOMA: al borde una crisis terminal

El escándalo de corrupción con drogas oncológica puso de manifiesto la corrupción estructural que existe en la obra social. Quieren contar el hilo por lo más delgado. El oscuro rol del sindicalista Carlos Quintana

Del Instituto de Obra Médico Asistencial (IOMA) depende la salud de más de 2 millones de afiliados. Pero el nivel de prestaciones cada vez presenta mayores dificultades, con amenazas recurrentes de que se van cortar los servicios por falta de pago e infinidad de trabas burocráticas que tienen que atravesar los afiliados cuando deben pedir una prótesis, una silla de ruedas, un medicamento de alto costo o una internación domiciliaria.

Esta crisis estaría relacionada con el sistema de corrupción estructural que impera en el Instituto. Un caso paradigmático fue el escándalo sucedido con el suministro de drogas oncológicas, donde 10 personas –entre ellas un dos funcionarios de menor jerarquía, un medico auditor, farmacéuticos y un empresario- continúan tras las rejas. La Justicia rechazó cada uno de los pedidos de excarcelaciones. 

Ahora bien, según pudo saber Hoy, existiría la decisión política de intentar cortar el hilo por lo más delgado, y evitar que la investigación avance sobre los funcionarios de primera línea de la obra social, que manejan un presupuesto de $8100 millones, y algunos de sus cómplices. En ese sentido, Carlos Quintana, secretario general de UPCN de la Provincia,  debería ser uno de los principales implicados y no solo por escándalo de los oncológicos, sino también por otros negocios oscuros, como sus vínculos con las empresas de internación domiciliaria que trabajan para la obra social, y que también están sospechadas de corrupción. 

Oidos sordos

Un anticipo del escándalo ocurrió en febrero de este año cuando el representante de UPCN en el directorio, Osvaldo Romanatti, renunció pegando un portazo, haciendo serias denuncias contra el propio Quintana, que hasta hacía pocas semanas era su jefe político. Y contra quien actualmente es la mano derecha del titular del sindicato: el secretario gremial Julio Sarragoicochea. Tampoco eximió de responsabilidad a las autoridades de la obra social, encabezada por Antonio La Scaleia, al afirmar: “es imposible luchar contra quien no quiere el bienestar de los trabajadores sino su ambición personal”. Y agregó: “Quintana y Sarragoicochea, ustedes son responsables, yo no los apoyo, con todo el dolor que esto me representa, creí ser una persona honesta y responsable en el IOMA, pero hay intereses que opacan todo lo bueno que uno pueda hacer, ahora tienen las manos libres para hacer lo que quieran con el IOMA, como lo hicieron con Patricia Ale, como lo hicieron en Mar del Plata, como lo hacen en todos los lugares que se les antoja…hay intereses mayores, pero a mí no me interesan, que sigan con sus negocios, yo sigo con mi familia…”.

¿Qué sucedió otras estas declaraciones? Absolutamente nada. Las máximas autoridades del IOMA miraron para otro lado, y le dieron vía libre a Quintana para que nombrara a otro dirigente de su riñón político en el directorio, en reemplazo de Romanatti. Así fue como la vocalía pasó a ser ocupada por Luis Pérez, el secretario de Interior de UPCN. La impunidad, de esa forma, quedó garantizada.

El hilo más delgado

Asimismo, llamó mucho la atención que el círculo de la investigación judicial llegara solamente hasta Marcelo Piergiácomi, un técnico de fútbol (también fue  candidato a presidente del Club Estudiantes de La Plata en las elecciones de 2011) que insólitamente estaba a cargo de la Subdirección Técnico Científica y de Farmacia y Bioquímica del IOMA y hasta Sergio Leonardo Massaccesi, jefe del Departamento Auditoría y Fiscalización Farmacéutica. ¿A quienes respondían Piergiácomi y Massaccesi?, ¿fueron puestos por una mandato divino? Según pudo saber Hoy, ambos funcionarios, que actualmente están tras las rejas, habría llegado a este lugar gracias “a las buenas gestiones” de Quintana y de su gente. 

Algo similar habría ocurrido con las farmacias que habrían formado parte de esta estafa. Hasta el momento, hay solamente dos comercios de este rubro involucrados en el escándalo -Moyano y Ravassi- que habría actuado como una suerte de mercado negro de los medicamentos oncológicos que, según relataron distintos testigos a Hoy, se acopiaban en el tercer piso de la obra social. Es más, hasta se habría montado una estructura con heladeras para mantener la refrigeración de esos medicamentos de altísimo costo, desde donde era despachados para su comercialización ilegal. 

En ese sentido, según fuentes consultadas por nuestro diario, habrían intervenido otras farmacias que también estarían relacionadas con el titular de UPCN y cuyos responsables hasta el momento no fueron incluidos en las órdenes de detención. Una de ellas sería la farmacia La Protectora, cuyo nombre aparecería en el expediente judicial. Otra de las farmacias sería Carusso. “Hay una direccionalidad muy marcada hacia estas dos farmacias en lo que se refiere a los pedido de los medicamentos del Plan Meppes, que son para patología especiales y de alto costo. Por eso vamos a presentar nuevas pruebas para que se profundice la investigación”, le dijo a Hoy Idelmar Seillant, titular de la Asociación de Profesionales del IOMA, quien es el principal denunciante de la causa. 

En otras palabras, existen sospechas fundadas de que todos los detenidos habrían robado para la corona. De hecho, las irregularidades no sólo abarcarían el rubro medicamentos ya que se extenderían a otras áreas como las prótesis y las internaciones domiciliarias. Todavía queda mucha tela para cortar.

Diferencias internas

El escándalo generado en el IOMA, habría generado diferencias en el seno de la comisión directiva de UPCN provincia de Buenos Aires.

De hecho, varios de los integrantes de la conducción del gremio estarían poniendo serios reparos sobre los manejos de Quintana, especialmente en lo que se refiere a los negocios turbios que mantiene en el IOMA. Varios de estos dirigentes consideran que la situación ya resulta intolerable, ya que está en juego la vida de miles y miles de trabajadores que depende de la obra social.

“Fueron puestos por Quintana”

 “Tanto Piergiácomi como Massaccesi fueron puestos por Quintana. El primero, incluso ya había estado involucrado en un escándalo con gasas con ácido hialurónico, y fue protegido por el actual presidente del IOMA, Antonio La Scaleia, y por el secretario general de UPCN. Evidentemente, algunos quieren que no se avance con la investigación, cuando el directorio tiene una clara responsabilidad por lo ocurrido”, explicó a Hoy, el titular de APIOMA, Idelmar Seillant

Agregó: “No cierra por ningún lado que haya funcionarios, como el director general de Administración, Alejandro Fernández, y el director general de prestaciones, Nicolás Vitale, que no estén involucrados en la causa, dado que es imposible que todo lo ocurrido haya pasado sin su intervención”.

Cabe recordar que Carlos Quintana, titular de UPCN, se hizo tristemente célebre el año pasado cuando fue interceptado queriendo sacar del país una abultada cantidad de dólares. En aquel momento, insistió con una explicación realmente absurda para justificar su patrimonio, sosteniendo que ganó un premio de 3,5 millones de dólares en el Loto el 22 de diciembre de 1998. 

Ahora bien, el Loto siempre se sorteó en miércoles y domingo y el 22 de diciembre de 1998 cayó martes. Pero más allá de la confusión de fechas, otro dato llama la atención. En las jornadas cercanas al día de suerte que señala Quintana nadie ganó 3,5 millones de pesos.

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