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IOMA: la herencia corrupta del sciolismo

En la Justicia platense presentaron una nueva denuncia por los vínculos del extitular de la obra social, Antonio La Scaleia, con los Panamá Papers. Negociados multimillonarios con laboratorios y medicamentos. Una caja negra de la política 

La salud de casi 2,5 millones de personas depende del Instituto de Obra Médico Asistencial (IOMA). Ayer, en el programa Todo en uno, que se emite por el Canal A 24, se publicó una esclarecedora investigación periodística que muestra cómo, durante el gobierno de Daniel Scioli, la obra social más importante de la Provincia de Buenos Aires se convirtió en una caja negra de la política bonaerense. 

Una clara muestra de ello es que, tal como anticipó el diario Hoy en su edición del 10 de mayo, el titular del Instituto hasta el pasado 10 de diciembre, Antonio La Scaleia, forma parte de los Panamá Papers.

A partir de este escándalo ya está tomando intervención la Justicia de La Plata. La Asociación de Profesionales del IOMA, que conduce Idelmar Seillant, se presentó ante la Unidad Fiscal de Investigaciones (UIF), a cargo de Álvaro Garganta, para radicar la correspondiente denuncia en la misma fiscalía donde ya tramita la demanda penal presentada por Elisa Carrió contra el exgobernador Daniel Scioli y varios de sus funcionarios por presunto lavado de activos, defraudación y enriquecimiento. La presentación de Lilita hace especial hincapié en las irregularidades de IOMA.

La empresa off shore IT Invest Group Technologies, con sede en China, está integrada  por el extitular de la obra social y su mano derecha, Daniel Osvaldo Burgos, quien fue jefe de Gabinete en IOMA. También participan dos empresarios del rubro de la internación domiciliaria, Gustavo Fernando Baldachis y Ricardo Bianchimano, que tuvieron abultados contratos con la obra social. Tanto Baldachis como Bianchimano estarían vinculados a la firma Juntos en Casa SRL, empresa que está siendo investigada por la Justicia Penal, junto con otras compañías (Medizin,  S.O.S, Intergermed, Medihome y Dar Salud) por diversas irregularidades. Entre ellas, la presunta facturación de tratamientos a personas fallecidas y afiliados que no habían solicitado ninguna prestación. 

Según consta en la causa IPP 6540/16, que se tramita ante la Fiscalía de Delitos Complejos de La Plata, la gran mayoría estaría constituida por testaferros o personas interpuestas de actuales y exfuncionarios, directores y jefes de departamentos de IOMA. La acusación sostiene que se direccionaron desde la casa central de la obra social “prestaciones a empresas, siendo estas denunciadas por asociaciones irregulares”.

Medicamentos, en la mira

Los negociados más onerosos, en IOMA, tienen que ver con convenios vinculados a laboratorios farmacéuticos. En ese sentido, los profesionales presentaron una denuncia en el año 2014, ante la Fiscalía de Delitos Complejos de La Plata, contra prestadores e integrantes del directorio de IOMA, pidiendo que se los investigue por los delitos de “asociación ilícita”, “fraude a la administración pública”, “abuso de autoridad”, “violación de los deberes de funcionario público” y “negociaciones incompatibles con el ejercicio de la función pública”.

La operatoria, según los denunciantes, consistió en la concentración del negocio en solo tres proveedores (las cámara farmacéuticas Caeme, Cooperala y Cilfa), que habrían acordado entre sí, y con los exfuncionarios, aumentar sin control los precios de los medicamentos, violando leyes antimonopólicas y afectando la salud de los afiliados de IOMA. 

Cabe destacar que los medicamentos absorben gran parte del presupuesto de la obra social, que en el corriente año asciende a más de $21.000 millones. En este negocio también aparece La Scaleía que, antes de ser presidente de IOMA, fue vicepresidente de la obra social durante los primeros años del gobierno de Scioli y se desempeñó como director general de Prestaciones durante la gestión de Carlos Ruckauf. 

Los denunciantes afirman que La Scaleia habría sido uno de los principales arquitectos de los contratos a favor de la industria farmacéutica, en complicidad con varios integrantes de la comisión directiva de UPCN que encabeza Carlos Quintana, que tiene representación en el directorio de la obra social.

“La misma industria se autoconvalida los valores y la recepción de los medicamentos. Formaron un monopolio permitido por Scioli y su jefe de Gabinete Alberto Pérez, y también por el presidente de IOMA. En definitiva, para que esto haya podido ocurrir hubo una estructura conformada por políticos, sindicalistas y actores del Poder Judicial que garantizaron impunidad. Estos tres factores confluyeron para que la corrupción de IOMA sea total”, concluyó Seillant.

En las próximas semanas, tras la feria judicial, se estima que muchos exfuncionarios bonaerenses podrían comenzar a desfilar por los tribunales para dar explicaciones sobre las millonarias estafas en el IOMA. 

El circuito clandestino de medicamentos

Idelmar Seillant, titular de la Asociación de Profesionales del IOMA, detalló algunos de los mecanismos utilizados para la concreción de los negociados de los medicamentos. “No sólo se le vendían a personas fallecidas, sino que había por ejemplo una persona con determinada patología crónica, vamos a suponer cáncer, y el médico le recomendaba una determinada droga. Se le cargaba esa droga en el sistema y después se hacia otra carga más sobre esa misma persona, sin que el médico lo supiera. Y esas drogas luego se vendían clandestinamente en una red de farmacias”, relató Seillant. 

“El primer caso que descubrimos fue una persona fallecida, que era de la localidad de Dolores. En ese momento hicimos toda una investigación y vimos que en el sistema del IOMA se le venían cargando hacía un año drogas muy onerosas, muy caras. Son drogas monoclonales, que se utilizan para patologías casi todas oncológicas y para patologías crónicas”, relató Seillant. 

“El robo estaba direccionado por el subdirector de Farmacia de ese momento (Marcelo Piergiácomi), otro director más y el entonces presidente del IOMA. Las resoluciones pasaban muchas veces por La Scaleia porque había compras directas”, dijo Seillant. Y apuntó sus críticas a la conducción de UPCN: “permitieron que a IOMA se le quitaran las auditorias de terreno, de control, y a su vez desbastaron también lo que son los salarios”.

Irregularidades múltiples

La coordinadora de Medicamentos de Alto Costo del IOMA, Angélica Cabrera, enumeró algunas de las irregularidades cometidas durante el gobierno de Daniel Scioli: “Afiliación con duplicación de carnet, alquileres de carnet, venta de carnets de afiliados, trámites paralelos con afiliados activos y pasivos. Irregularidades en prótesis, sobrefacturación en casi todos los insumos  que proveían al IOMA”. 

“El plan Meppes, que abarca medicamentos para patologías especiales, fue creado por uno de los que intervinieron en los Panamá Papers, que es el doctor La Scaleia. La operatoria era la siguiente, como el sistema Meppes daba para auditar no solo cualquier medicamento de alto costo, sino también lo que intervenía en un supuesto trámite. Digo supuesto trámite porque siendo online se podía inventar cualquier patología, y cualquier médico más o menos entrenado podía inventar un resumen de historia clínica. Y el afiliado que aparecía no solo podía ser un muerto. El nombre del afiliado hasta podía ser inventado”, remarcó la coordinadora.

“Lo que se hizo en la gestión anterior fue puntualizar determinadas enfermedades que a la industria le daba mayor rédito. El sistema mismo dejaba entrar, por ejemplo, cantidades de envases sin control. Así es como se hacía figurar diez envases, cuando un afiliado real necesitaba recibir solamente tres. Las camionetitas de IOMA iban y le entregaban al afiliado los tres envases de oncológicos, pero los siete sobrantes volvían al mercado negro a refacturarse, con determinadas farmacias cómplices”, concluyó Cabrera.

Garate: “Lo que el IOMA no brinda, se lo llevó la corrupción”

Pablo Garate, diputado provincial del Frente Renovador, viene impulsando distintos proyectos vinculados al IOMA antes las irregularidades cometidas durante el gobierno de Daniel Scioli.  

“Ha sido una caja negra para la política. Con lo cual, una vez que la plata salía de ahí la verdad es que uno no sabía dónde iba o a dónde fue a parar. Esto está asociado con la corrupción que hubo. Los afiliados tienen que entender que lo que IOMA no da de prestación, es porque alguien se lo llevo de en cuestión de corrupción”, concluyó el legislador.

Conexiones con la mafia de los medicamentos

La expresidenta del Colegio de Farmacéuticos de La Plata, Silvina Melitón, fue una de las principales impulsoras de las denuncias por los negociados de la industria farmacéutica en el IOMA que, en los últimos años, derivó en alarmantes conexiones con la llamada mafia de los medicamentos.

“Cuando nosotros hicimos las denuncias correspondientes frente a la Comisión Nacional de Defensa de la competencia por los convenios con la industria, nos preguntamos ¿quién decide todo eso? Un centro de convalidación y un centro de la propia industria. Que nosotros llamamos CAMOYTE.  Este simple detalle demostró que este centro estaba distribuyendo mercado, determinando qué medicamento, de qué marca, se debe entregar para la cobertura de IOMA”, remarcó Melitón.

“En el año 2010, se encuentran circuitos con droguerías que nos daban a nosotros medicamentos y que estaban vinculadas a la mafia de los medicamentos y al Triple Crimen de General Rodríguez”, concluyó la farmacéutica. 

Por su parte, Germán Paggi, que también fue dirigente del Colegio de Farmacéuticos, no dudó al afirmar: “Cuando se habla de corrupción y de relaciones entre la política y los laboratorios, la industria en general actúa mal en beneficio de su comercialización”.

Ocaña, a favor del cambio en el IOMA

“Me parece que el cambio lo está teniendo el IOMA con las actuales autoridades y con la decisión política de la gobernadora Vidal de combatir la corrupción”, dijo la legisladora porteña y exministra de Salud, Graciela Ocaña, durante el informe emitido ayer en el programa Todo en uno.

“Hay una denuncia realizada por la gobernadora (María Eugenia Vidal) y el propio presidente del IOMA (Sergio Cassinotti), que es muy dura, sobre distintas irregularidades. La denuncia demuestra cómo miles de millones de pesos que deberían haberse destinado a la salud no se sabe dónde están y, seguramente, como sucedió con la mafia de los medicamentos, terminaron en los bolsillos de unos pocos vivos: exfuncionarios, empresarios y dirigentes políticos y sindicales”, afirmó “La Hormiguita”.

“La gobernadora Vidal está dando una fuerte lucha contra estos núcleos delictivos. No hay que olvidarse que en la causa de la mafia de los medicamentos hay funcionarios de primer nivel que tenían vínculos con las empresas que falsificaban remedios y que también intervieron en el Triple Crimen. Estoy viendo el avance de las denuncias con muchísima expectativa porque después de varios años, donde el IOMA  tenía un costo enorme para todos los bonaerenses y daba prestaciones deficitarias, se está encarado un proceso totalmente distinto”.

La legisladora porteña también se refirió a las denuncias que vinculan a los funcionarios del IOMA vinculados a Carlos Quintana, titular de UPCN. “Me parece muy bien que tenga participación los representantes de los trabajadores en el directorio, algo que está establecido por ley.  Ahora eso no significa que quien ponen en ese lugar sea un delincuente. Los mismos trabajadores debería apartarlos porque esas personas, sospechadas de corrupción, han sido participes por acción u omisión de la irregularidades”, destacó. 

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