Jubilaciones en picada: el ajuste los dejó por debajo de los niveles de los ’90
Mientras el Gobierno celebra su “equilibrio fiscal”, los adultos mayores y trabajadores formales padecen la mayor licuación de ingresos en décadas. La jubilación mínima ya es más baja que en 2001 y el salario mínimo perdió más de la mitad de su poder de compra.
El deterioro del poder adquisitivo golpea con fuerza a jubilados y trabajadores formales. En la tercera semana de mayo, los alimentos volvieron a liderar la inflación, en un contexto en el que el Gobierno nacional insiste con mostrar “equilibrio fiscal” a costa de un brutal ajuste del gasto previsional. Lejos de atender la emergencia, el Congreso dilata la discusión por una actualización del bono de 70.000 pesos que complementa los haberes mínimos, que ya son más bajos que en los años ’90.
Un informe de CIFRA advierte que el poder de compra de la jubilación mínima en abril de 2025 es un 44,5% inferior al de 2015 y apenas supera el piso histórico de 2001. Si se considera sólo el haber sin bonos, el retroceso es aún mayor. La jubilación media, en tanto, cayó un 28,5% respecto al mismo año. Desde marzo de 2024, el bono adicional se mantiene congelado y su efecto licuado.
Por su parte, el salario mínimo, vital y móvil también fue arrasado por la inflación. En el primer cuatrimestre de 2025, su poder adquisitivo cayó al 45% del nivel de 2015, perforando los valores de los '90. Las últimas actualizaciones, dispuestas unilateralmente por la Secretaría de Trabajo ante la falta de consenso en el Consejo del Salario, estuvieron por debajo de la inflación proyectada y consolidan esta caída histórica.
La fórmula jubilatoria aprobada en julio de 2024 terminó de sellar el congelamiento. En paralelo, los convenios colectivos aún no recuperan lo perdido tras la devaluación inicial del actual Gobierno. Con este combo de ajuste, La Libertad Avanza transforma el ingreso mínimo en un techo y hunde el piso de dignidad que prometía garantizar.