Kicillof busca detener al desierto con el agua del río Negro

El mandatario bonaerense planea utilizar parte del caudal de ese río para abastecer de agua de riego y para consumo humano a cuatro distritos del sudeste provincial, afectados por el cambio hidrológico. Necesita el acuerdo de otros dos gobernadores.

El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, avanza con un plan para utilizar el río Negro, que “toca” el sudeste bonaerense, para abastecer de agua de riego a cuatro distritos ubicados en esa zona y contener así la desertificación que ya les hace difícil obtener el líquido elemento para consumo humano.

La idea surge de una propuesta que le realizaron cuatro intendentes de esa zona, cuyos municipios se ven afectados por la falta de agua: Bahía Blanca, Villarino, Patagones y Coronel Rosales. La semana pasada, los cuatro jefes comunales se reunieron con el mandatario provincial, para avanzar en la iniciativa.

El plan de Kicillof involucra a otras dos provincias: Río Negro, naturalmente, y Neuquén. Por eso, el bonaerense necesita acordar con los gobernadores de esas jurisdicciones, que son, respectivamente, Arabela Carreras y Omar Gutiérrez.

Los intendentes (Héctor Gay, de Bahía Blanca; Carlos Bevilacqua, de Villarino; José Luis Zara, de Patagones, y Mariano Uset, de Coronel Rosales) le plantearon a Kicillof la necesidad de que, en la reunión que mantendrá este mes con Carreras y Gutiérrez, les proponga determinar el cupo del río Negro, un tema que carece de definición desde 1976.

Crisis y oportunidad

Además, Bevilacqua y Zara le pidieron al gobernador que disponga la declaración de crisis hídrica para sus distritos, por la disminución del caudal del río Colorado, que es el que actualmente abastece a sus sistemas de riego.

En los cuatro municipios bonaerenses que se ven afectados por la desertificación vive medio millón de personas. Los jefes comunales le solicitaron a Kicillof que procure la autorización para utilizar parte del caudal del río (150 de los 650 metros cúbicos de agua que vierte cada segundo al mar) para el riego y para un sistema de agua potable.

Además de la necesidad de agua para consumo humano, el plan permitiría irrigar cientos de miles de hectáreas de campo y motorizar el desarrollo del área industrial de Bahía Blanca, que, según se prevé, tendrá un gran crecimiento en los próximos años gracias al funcionamiento del yacimiento de Vaca Muerta.

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