La CGT está cada vez más cerca de romperse

Las diferencias entre los dialoguistas de la CGT y el ala combativa de Pablo Moyano son cada vez más fuertes.

“Basta de diálogo con los traidores”, lanzó Pablo Moyano en conferencia al anunciar el paro de transporte del 30 de octubre. Allí, amenazó con dejar su cargo como cosecretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT) y llevarse consigo a los gremios del transporte si sus pares continúan con las negociaciones con el gobierno de Milei.

En este camino, Mario Manrique, secretario gremial de la CGT y secretario general adjunto de SMATA, anunció este miércoles que renunciará a su cargo en la central obrera porque “se convirtió en cuatro o cinco dirigentes que discuten a escondidas”. “La CGT a mí no me representa, se vació de contenido, no tiene claro hacia dónde va”, dijo en diálogo con Futurock.

Las internas de la CGT se profundizaron luego de una reunión que mantuvo parte de la cúpula de la central obrera con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, el secretario de Trabajo, Julio Cordero, y el asesor presidencial, Santiago Caputo, el pasado 30 de septiembre. En ese encuentro, se asumió el compromiso de conformar una mesa tripartita entre el Ejecutivo nacional, la CGT y los empresarios. Como antesala de eso, este miércoles Francos, Caputo y Cordero, se reunieron con las principales cámaras empresariales.

Otra de las negociaciones abiertas es para morigerar los efectos de la reforma laboral contenida en la Ley Bases, la que aún no se reglamentó en su totalidad.

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