La cuestión Malvinas suma avances

La reciente declaración de la Unión Europea fue un significativo paso para discutir la soberanía sobre las islas del Atlántico Sur. En diálogo con diario Hoy, Guillermo Carmona dio detalles sobre el futuro del debate.

El pasado 18 de julio, en un “triunfo de la diplomacia argentina”, por primera vez en la historia de las relaciones birregionales entre la Unión Europea y la Celac, la UE reconoció oficialmente en una declaración conjunta la posición de América Latina y el Caribe con respecto a la cuestión de las islas Malvinas.

En este contexto fue que diario Hoy dialogó con Guillermo Carmo­na, secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur de la Cancillería, que encabeza Santiago Cafiero.

—¿Cuál es el contexto de esta ­declaración?

—Siempre pusimos de manifiesto que el Brexit (la salida del Reino Unido de la Unión Europea) era una oportunidad para Argentina en la cuestión Malvinas. En su momento, como legislador, propuse que el gobierno argentino tenía que tener una agenda para aprovechar la salida del Reino Unido.

El nuevo Gobierno en 2019 lo tomó como un tema importante y, a partir de allí, hemos realizado acciones diplomáticas que intensificamos en los últimos dos años, para generar condiciones favorables y obtener una declaración de la Unión Europea.

Malvinas está en la agenda de la relación birregional entre América Latina y Caribe y la Unión Europea (UE), y ese es un avance muy significativo que estuvo precedido por dos hitos importantes del año pasado: en abril, en la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana, se trabajó mucho este tema; y en junio obtuvimos una declaración bilateral entre Argentina y la UE, una referencia a Malvinas.

Ahora hemos aumentado la escala de la relevancia de la declaración, porque ya no es solo en la relación bilateral entre la Argentina y la Unión Europea, sino en una declaración que involucra a las dos regiones.

—¿Qué significa que la UE haya “tomado nota” de la cuestión ­Malvinas?

—Esto significa que reconoció la relevancia de la posición histórica que América Latina y el Caribe tienen con respecto a la cuestión Malvinas como una situación que involucra una disputa de soberanía.

Es un reconocimiento muy importante, porque, hasta que se produjo el Brexit, las islas Malvinas eran consideradas como territorios de ultramar de la Unión Europea. Pasar de esa situación a un reconocimiento de la posición latinoamericana y caribeña es un enorme avance.

—¿Cuál es el próximo paso?

—A lo que apuntamos es a que todas las regiones y países reconozcan no solamente la disputa de soberanía, sino que también inviten al Reino Unido a retomar las negociaciones. Es un paso bien concreto que nosotros esperamos poder lograr, y vamos a seguir trabajando en ese sentido.

Por ejemplo, en la Organización de los Estados Americanos tienen un consenso en solicitar que se retomen las negociaciones, y allí participan Estados Unidos y Canadá.

Algo equivalente ocurre con países africanos, con países asiáticos, que llaman a la resolución pacífica y negociada.

También tenemos en la agenda con la Unión Europea temas vincula­dos a la pesca en el Atlántico Sur. En ese sentido, expresamos la preocupación por la presencia de pesqueros de países europeos, especialmente españoles, en el área de Malvinas que no cuentan con autorización.

—¿Qué se ve desde el Reino Unido respecto del pedido de retomar negociaciones?

—Sabemos que hay una reticencia británica. Esto es públicamente conocido y esa reticencia le está generando problemas de reputación internacional a Reino Unido, porque hay un llamado de la comunidad internacional muy fuerte a que se retomen las negociaciones.

En este sentido, la reticencia a cumplir el derecho internacional por parte del Reino Unido tiene consecuencias negativas.

—¿Qué importancia tienen estas elecciones?

—Esto es una política de Estado, está consagrada por la Constitución Nacional. El enfoque de la actual gestión fue el de ajustar todas las acciones a esa política de Estado, y uno esperaría que, cualquiera sea el próximo gobierno, se cumpla con lo que la Constitución establece.

En este sentido, tenemos antecedentes negativos, por eso es que es tan importante esto que ha ocurrido, por eso es que hay que seguir trabajando para que la comunidad internacional se exprese categóricamente en favor de lo que reclama la Argentina.

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