La importancia del ingreso de Argentina a los Brics

El país ingresó oficialmente al grupo de los Brics, formado por los países que son potencias económicas, políticas y regionales en el Siglo XXI. En diario Hoy te contamos por qué es una oportunidad histórica.

Perón decía que la verdadera política era la política internacional. Y en ella, el Gobierno de Alberto Fernández ha dado un gran paso este año, que se valorará con el paso del tiempo y no en la actualidad, por los problemas coyunturales que sufre el país.

La República Argentina ingresó formalmente a ser parte del grupo de los Brics (bloque formado en 2009 por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, países por ese entonces emergentes con economías en perspectiva de crecimiento) luego de haber realizado su solicitud formal, a través de una carta del Gobierno argentino, el pasado 7 de septiembre en el marco del foro que tuvo lugar en la ciudad de Xiamen.

El gobierno chino aceptó que la Argentina se una al grupo y aseguró que trabajará para fortalecer la coordinación bilateral en asuntos internacionales y regionales. El apoyo de China fue manifestado por el ministro de Relaciones Exteriores de ese país, Wang Yi, cuando se reunió con el canciller argentino, Santiago Cafiero, el martes 27 de septiembre, al margen de la 77 sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York.

Cafiero subrayó durante el encuentro que la Argentina otorga gran importancia al liderazgo y la apertura de China, mientras que Wang Yi expresó que la cooperación estratégica entre China y Argentina está en línea con la tendencia de desarrollo de la época.

China es actualmente el segundo socio comercial y el segundo destino para las exportaciones argentinas.

“Una excelente alternativa de cooperación”

El embajador argentino en China, Sabino Vaca Narvaja, reafirmó en el foro de Xiamen que para el Gobierno argentino el Brics es “una excelente alternativa de cooperación frente a un orden mundial que ha demostrado estar creado por y para el beneficio de unos pocos”.

Durante las discusiones se ponderó a la Argentina como un país líder mundial en la producción de alimentos y con un potencial energético que los miembros del Brics consideran como un “factor clave” para la transición a fuentes de energía limpia.

A nivel político, se hizo hincapié en que este año la Argentina fue elegida por todos los integrantes de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y caribeños (Celac) para ejercer la Presidencia Pro Témpore, algo que consideraron una “muestra del liderazgo a nivel político regional”.

Luego del apoyo de la Federación de Rusia primero y de la India después, Alberto Fernández le envió al gobierno chino su pedido formal para ingresar a este bloque en un mundo cada vez más multipolar y en el que la Argentina tradicionalmente ha optado, y sobre todo durante los gobiernos peronistas, a excepción del de Carlos Saúl Menem, por el multilateralismo, como define Fernández cada vez que lo cuestionan por abrirle las puertas a Rusia y también por dialogar con los Estados Unidos en una misma administración.

La importancia de los Brics

Con la incorporación de la Argentina a los Brics, el bloque pasaría a llamarse Bricsa y el interés de nuestro país por ingresar viene desde el 2014, cuando se intentó entrar, pero los cambios políticos en Brasil truncaron esa oportunidad.

Después de Brasil, la Argentina es la segunda potencia de Sudamérica y, en comparación a otros países del bloque, tiene mejores números que Sudáfrica en PBI per cápita, en territorio y además es una potencia mundial en la producción de alimentos y es parte fundamental del Mercosur.

Incluso para China, la Argentina es muy interesante y eso pudo verse en los últimos años con la firma de acuerdos e inversiones de la potencia asiática en diferentes provincias de nuestro país, como la producción de litio, la construcción de represas, la inversión en cuestiones nucleares.

Los Brics representan casi la mitad de la población global y en el último año contribuyeron en un 50% al crecimiento del producto bruto del mundo. Las naciones del Brics en su conjunto representan el 22% de la superficie continental, el 42% de la población mundial, el 24% del Producto Bruto Interno (PBI) global y contribuyen con el 16% de las exportaciones y el 15% de las importaciones mundiales de bienes y servicios.

Reformistas e inversores

Los países miembros del Brics tienen posturas reformistas y quieren realizarlas sobre todo en la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Buscan un cambio profundo debido a que no encuentran en las discusiones que se dan al interior del organismo, ni en las declaraciones de sus voceros, soluciones a los múltiples problemas del mundo actual. Y que todo quede a la deriva o que los países más poderosos tengan más peso en las decisiones es uno de los motivos de las reformas.

Frente a los organismos internacionales de préstamos, los Brics crearon dos bancos propios, con lo cual gracias a su capacidad económica pueden estar independientes frente a las trabas que muchas veces presentan el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.

Además, crearon un fondo contingente de reservas para aumentar los flujos de inversión y la financiación recíproca para el desarrollo de los proyectos internos, que podrían alcanzar los 15 billones de dólares en las dos próximas décadas.

Brasil y la oportunidad histórica de la Argentina

La presencia de Brasil como miembro es para Latinoamérica una posibilidad de interactuar con aquellos países emergentes que están llamados a impulsar el desarrollo económico de las regiones que han estado apartadas de los foros de decisiones del llamado “primer mundo”, como Estados Unidos y los de la Unión Europea.

Los países de los Brics son potencias económicas, políticas y regionales en este Siglo XXI. Contribuir al desarrollo de Latinoamérica en los campos de la agricultura, la industria, las nuevas tecnologías, las comunicaciones, la conservación del medio ambiente y la lucha contra el calentamiento global es una opción importante. Y al igual que Brasil, la Argentina, como el segundo con más recursos de Latinoamérica, tiene una oportunidad histórica.

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