La Provincia mantendrá los controles sobre los contribuyentes para el cobro de impuestos locales

En abierta discrepancia con las nuevas disposiciones del Gobierno nacional, el Ejecutivo bonaerense aseguró este lunes que la provincia de Buenos Aires mantendrá intacto su esquema de control tributario. “Mucho ruido y pocas nueces”, ironizó el gobernador al referirse al anuncio que encabezaron Luis Caputo, Santiago Bausili y Juan Pazo. A su juicio, se trata de un “blanqueo permanente sin aprobación legislativa” que desactiva alertas ante movimientos sospechosos de fondos.

Kicillof advirtió que la eliminación del régimen informativo debilita la capacidad de detección de maniobras irregulares. “Si alguien sin ingresos empieza a comprar propiedades por más de medio millón de dólares al año, ya no se enciende ninguna alarma”, explicó. Aunque reconoció que la Provincia no tiene competencia penal, insistió en que continuará controlando con firmeza los impuestos locales.

Por su parte, el titular de ARBA, Cristian Girard, calificó las medidas como “un mecanismo de blanqueo encubierto sin seguridad jurídica”. En un comunicado oficial, alertó sobre el “limbo legal” que se genera al modificar criterios sin respaldo normativo y subrayó que “ARCA deja de controlar”.

Ambos funcionarios coincidieron en que la Provincia seguirá fiscalizando con las herramientas vigentes. “Vamos a garantizar que quienes más tienen, tributen lo que corresponde”, concluyó Girard.