Las reservas del Banco Central tienen fecha de vencimiento

El stock de reservas sólo podría soportar tres años más los intensivos pagos de deuda externa. A su vez, los compromisos con Repsol y el desbarranco de la balanza comercial terminan por hipotecar las aspiraciones del gobierno que asuma en 2015

Aunque no se trata de una conserva o producto de góndola de supermercado, las reservas del Banco Central también tiene fecha de vencimiento; el 2017. Los compromisos asumidos para el pago de deuda externa, junto con el desbarranco de la balanza comercial (ver recuadro), determina el agotamiento total de las reservas del organismo monetario estatal en los próximos tres años.

La valoración surge de un estudio realizado por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) que delimita que el stock actual de dólares sólo alcanzaría para pagar los vencimientos de los compromisos externos de los dos primeros años del gobierno que asuma en 2015.

El relevamiento sehizo a partir de los US$ 28.833 millones que poseía el BCRA, que conduce Juan Carlos Fábrega, el 16 de junio pasado. De esta forma los activos sólo “alcanzarían para cubrir la totalidad de los vencimientos del año 2014, 2015, 2016, y un 41% de los del año 2017″. De todas formas, el IARAF advierte que “de considerarse solo las reservas propias, el panorama evidentemente empeora, alcanzando el stock para cubrir el año 2015, y un 66% de las del año 2016″.

Sin embargo, el economista Aldo Abram aclaró a Hoy que “las reservas del Banco Central no son la alcancía de un gobierno”. Por otro lado, el titular de la Fundación Libertad y Progreso explicó que “cuanto menores sean las reservas internacionales de la Argentina, el valor de la moneda va a ser mucho menor, con el agravante de puede haber una nueva hiperinflación”.

Aunque, según Abram “un país que le sacó 13 ceros a la moneda desde la década del 70 a esta parte, como la Argentina, no tiene una moneda fuerte” y afirmó que “ya no hay un Banco Central desde que se puso un cepo al dólar”.

La hipoteca de los nuevos compromisos

En  lo que queda del 2014 el gobierno necesitaría divisas por unos US$ 4.000 millones para afrontar los compromisos externos. Asimismo, en 2015 se estima que el desembolso bajo el mismo concepto se ubica cercano a los US$ 11.000 millones, mientras que en el 2016 se reducen a US$ 4.600 millones y vuelven a crecer en 2017 a US$ 9.000 millones.

El relevamiento citado no tiene en cuenta otros polémicos desembolsos que deberá hacer el país. A partir de los acuerdos arribados con el Club de París y la empresa Repsol por la expropiación de YPF, el estado nacional deberá abonar unos US$ 900 millones  en 2014,  para luego cancelar, en promedio, unos US$ 2.300 millones más por año en el período 2015-2017.

La situación se torna más complicada si se tiene en cuenta la posibilidad de que, a partir del grado de crecimiento del Producto Bruto Interno, también deba pagarse los montos correspondientes al Cupón PBI.

Los escandalosos acuerdos impulsados por el gobierno (Club de París, Repsol, Boden, cupón del PBI, entre otros) junto al fallo favorable obtenido por los fondos buitres de parte de la Corte estadounidense, no hace otra cosa que generar las condiciones para el establecimiento de una férrea hipoteca para el gobierno que asuma en 2015, el cual será quien deba hacerse cargo de más del 86% de los vencimientos de deuda y pago al Club de París y Repsol.

El desbarranco de la balanza comercial

Más allá de la soja sigue sosteniendo la endeble economía local, lo cierto es que el estancamiento industrial junto al enfriamiento de la relación comercial con Brasil hace que ingresen menos cantidad de dólares en concepto de balanza comercial.

Según el Indec, la balanza comercial registró en mayo un superávit de 1.259 millones de dólares, lo que representa una caída de 12% frente al mismo período del año pasado. En ese contexto, las exportaciones cayeron 16% a 7.117 millones de dólares, mientras que las importaciones se redujeron 17% a 5.858 millones.

En los primeros cinco meses del año, el balance comercial tuvo un saldo positivo de 2.306 millones de dólares, que implica una reducción de 41% en la medición interanual.
 

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