Corrupción K

Lázaro Báez, "Cristina me usó de forro"

El presunto testaferro de la familia Kirchner arremetió contra la expresidenta, a la que acusó de comandar todo un régimen de corrupción desde el poder. “Todos se limpiaron el culo conmigo”, afirmó. Críticas hacia los empresarios que “lo dejaron solo”

Preso desde el pasado 5 de abril en el Penal de Ezeiza, el empresario kirchnerista Lázaro Báez rompió ayer el silencio y acusó a la expresidenta Cristina Kirchner de haberlo usado como pretexto para quedar al margen de todos los casos de corrupción que se sucedieron en los 12 años de gobierno K.

En una entrevista dada a un portal de noticias, el supuesto testaferro de la familia Kirchner afirmó crudamente que la exjefa de Estado lo “usó de forro. Acá se limpiaron todos el culo conmigo, porque el hilo se tiene que cortar en Báez. Porque no puede seguir para arriba”.

El empresario no se quedó en esas fuertes palabras, sino que continuó: “A mí no me dieron el volumen de dinero que dicen que me dieron. ¿Por qué no se publicó la auditoría que mandó a hacer Vialidad Nacional en donde todas nuestras obras están correctas?”.

Para acentuar aún más sus palabras, el empresario aseveró: “Los Kirchner no hicieron su fortuna conmigo, ni tampoco me la dieron para que la maneje. Néstor no te soltaba una moneda. No pagaba un café. ¿Usted piensa que me van a dar la plata de ellos para manejar? No me haga reír. Ustedes no conocen a la gente”.

En ese sentido, resaltó la figura de Néstor Kirchner y criticó por elevación a Cristina, al sostener: “Soy de los que piensan como Néstor. Este país necesitaba generar una reserva de 100.000 millones de dólares para tener independencia económica. Néstor, en cuatro años, juntó 57.000 millones. Cristina, en ocho, no pudo juntar ni 20.000. Algo pasó. Y encima se gastaron todo lo que tenían. Algo pasó”.

Críticas, al por mayor

El exdueño de Austral Construcciones dijo que no es “ningún ladrón” y que durante las gestiones del kirchnerismo no le adjudicaron “ninguna obra por izquierda”, sino a través de “licitaciones públicas en donde todo el mundo se podía presentar”. 

Consultado sobre el papel que jugará el exministro de Planificación Federal, Julio de Vido, en el entramado de las obras durante la pasada década, Báez sostuvo que no era el secretario José López quien “manejaba” la obra pública sino De Vido. E insistió: “Nadie quiere investigar esto”.

Aunque no solo el exmatrimonio presidencial y el universo K fue centro de sus críticas, sino también los empresarios que luego del cambio de gobierno lo apartaron y lo declararon como un paria. “La Cámara de la Construcción también me usó de forro. Toda la obra pública que se licitó del Plan Federal de Obra Pública durante el gobierno de Cristina se manejó con la Cámara de la Construcción. Ellos saben perfectamente, no se pueden hacer los boludos”, subrayó Báez.

En ese sentido expresó que “todos los que están en la Cámara de la Construcción participaron en la fijación de los presupuestos de cada una de las obras que se ejecutaron”. Y además remarcó: “Una vez que el presupuesto es oficial y está dentro del pliego nadie cuestiona ni condiciona el monto de la obra que ya está presupuestada a través de un preproyecto. ¿Quién miró eso? Nadie quiso mirarlo”, concluyó Báez.

Empresarios, en la mira

Una de las personas que más críticas recibió por parte de Báez fue el vicepresidente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC), Gustavo Weiss, quien a través de la firma Eleprint fue uno de los empresarios más favorecidos por la designación de obra pública durante el gobierno kirchnerista.

Para Báez, si bien él es una de las personas que mayormente tuvo la obra pública en Santa Cruz, en esa provincia “también construyó Eleprint de Gustavo Weiss, así como lo hicieron Carlos Wagner, Equimac, Ecovial, todos miembros de la CAC que tuvieron lazos con Cristina Kirchner y su gobierno”.

“Todos ellos hicieron grandes fortunas también con el kirchnerismo y no se meten con ellos. Lo que pasa es que yo soy un negrito de Santa Cruz y nadie me perdona que venga a discutir las cosas que quiero discutir con ellos”, destacó el exdueño de Austral Construcciones.

Operación despegue

La causa judicial en la que Lázaro Báez es investigado por una usina de facturas truchas en Bahía Blanca comandada por Juan Suris, que se usó para blanquear dinero sucio de la corrupción con la complicidad del extitular de la AFIP, Ricardo Echegaray, lo tiene al empresario contra las cuerdas.

Buscando despegarse de esa maniobra, Báez recalcó: “Nosotros no tenemos nada que ver. Nos quisieron ligar a Suris para darle trascendencia a las denuncias. Estoy imputado por presunción de lavado de dinero, en donde Casanello dice que yo creé una usina de facturas truchas, nada que ver”.

Las facturas truchas y cheques emitidos a sociedades fantasmas en Bahía Blanca pasaron por la AFIP, sin que las alertas que generaron las prácticas para favorecer a Austral Construcciones fueran desestimadas por la gestión K, lo que lleva a que Báez y Echegaray estén hoy en la mira de la Justicia.

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