Astilleros Río Santiago y ABSA

Los amigos de Macri en territorio bonaerense

Un ex integrante del directorio del Correo Argentino SA, sociedad del Grupo Macri que terminó en quiebra y envuelta en denuncias de corrupción, quedó formalmente a cargo del Astillero Río Santiago. El titular de ABSA también tiene un pasado en la compañía de servicio postal  y cuenta con conexiones  que llevan al polémico empresario Nicolás Caputo

Ante un país y una Provincia que quedaron devastada luego de 12 años de gobierno kirchnerista, la ciudadanía votó, masivamente, por un cambio en la últimas elecciones.  Pero las actuales autoridades, lejos de cumplir con el mandato que le dio el sobernao, emprenden el camino contrario.

Una clara muestra de esta situación es lo que está ocurriendo, actualmente, en la provincia de Buenos Aires, donde en distintas dependencias públicas, con abultados presupuestos, están de-sembarcando polémicos empresarios que han sido contratistas y/o concesionarios del Estado. Todos ellos muy cercanos al actual presidente Mauricio Macri.

Ayer se confirmó, a través de una publicación en el Boletín Oficial, que Ernesto Alberto Gaspari –amigo del primer mandatario- es el nuevo responsable del ente de administración del Astillero Río Santiago. En los hechos, Gaspari ya se venía desempeñando como titular de los talleres navales desde hacía varios días, pero no tenía firma ya que su designación quedó firme recién tras la publicación del respectivo decreto. Finalmente, ayer se hizo la presentación formal con un acto que contó con la presencia del ministro de la Producción bonaerense, el radical Jorge Elustondo.

Si bien desde lo formal, Elustondo tiene bajo su órbita el ente de administración administración de los talleres navales, Gaspari –de 66 años- reportaría directamente a la Casa Rosada.   

El astillero es un área extremadamente sensible de la provincia ya que, tal como venimos informando desde hace años en el diario Hoy, las distintas administraciones gubernamentales de la Provincia –desde Eduardo Duhalde hasta Daniel Scioli- lo han utilizado como una caja negra de financiamiento de la política. De hecho, el pasado 8 de marzo, la Justicia de La Plata dispuso la detención de cinco exfuncionarios sciolistas y de quien hasta ese entonces el director de Turismo de Mar del Plata, Emiliano Giri. Todos ellos están acusados de llevar adelante maniobras fraudulentas con contratos del Astillero por 16 millones de pesos. Fueron procesados por haber utilizado nombres y datos personales de personas de bajos recursos, varias de ellas beneficiarias de planes sociales, que aparecían cobrando abultados sueldos en la empresa estatal.

Ahora bien, si se tiene en cuenta los antecedentes de Gaspari, el remedio podría ser peor que la enfermedad. Ocurre que el flamante titular del Astillero formó parte del directorio del Correo Argentino SA, la empresa del Grupo Macri que se quedó con una concesión del servicio postal en nuestro país durante la era menemista y que terminó como casi todas las firmas privatizadas: vaciada, saqueada y sospechada de haber sido una plataforma para dilapidar recursos que eran del Estado.

Gobernador de la dictadura

En los ´90, Gaspari integró el directorio de Correo que, por aquel entonces, tenía como presidente a Jorge Aguado, gobernador de facto de la última dictadura militar y mano derecha de Franco Macri en el Grupo Socma. A sus 90 años, Aguado sigue integrando empresas vinculadas a la familia presidencial.

Entre otras irregularidades, en el año 2002 la Auditoría General de la Nación había recomendado dar de baja el contrato debido a que el Grupo Macri adeudada el pago de $207 millones en concepto de canon. Finalmente, la Justicia decretó la quiebra de la empresa postal en 2003 y en ese momento hasta se le prohibió salir del país al propio Franco Macri, considerado "administrador de hecho", como así también al ex presidente de la compañía Raúl Casa y los ex directivos Roberto Leonardo Maffioli, Aguado y Manuel Sobrado.

La figura de Maffioli, gerente del Grupo Macri, es clave ya que sus participaciones societarias por un lado conducen a las firmas de Franco Macri (por ejemplo la ensambladora de vehículos Chery Socma) y por el otro al imperio empresario que lidera Nicolás “Nicky” Caputo, el mejor amigo del presidente de la Nación que está en la mira por haber recibido contratos millonarios del gobierno porteño, con la posibilidad concreta de que sus negocios se extiendan a todo el país. Maffioli y Caputo son socios en la firma Mirgor, una empresa que se dedica a la fabricación de aires acondicionados para autos que fue fundada en los años 80 por el ahora Presidente de la Nación.

Cabe recordar que, cuando salieron a la luz sus estrechos vínculos, el primer mandatario salió a decir que le iba a pedir a su amigo que no participara de las licitaciones públicas. Se ve que no le hicieron caso: en solo una semana, a principios de marzo, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires preadjudicó tres contratos para realizar obras para la refacción de escuelas a la empresa constructora SES SA, propiedad en un 50% de Caputo.

Maffiolli fue socio en el directorio del Correo Argentino de otro actual funcionario bonaerense: Rafael Sardella, a quien la gobernadora María Eugenia Vidal, por orden directa de Mauricio Macri, puso al frente de Aguas Bonaerense SA, otra de las cajas negras de la política bonaerense.

Hoy Sardella es el responsable de instrumentar un sideral aumento tarifario que, según la versión oficial, debería promediar el 140%, pero que podría ser muy superior ya que desde distintos sectores vienen alertando que se le buscará imponer a miles de usuarios la instalación de medidores (ver Denuncian negociados con medidores de agua en la Provincia). Como si esto fuera poco: también estaría previsto un reacomodamiento de los grupos del servicio no medido según valuaciones fiscales, lo que también incrementaría sensiblemente la tarifa.

Sardella –otro amigo de Mauricio Macri- formó parte del directorio de Correo Argentino SA hasta 2005, cuando estalló el escándalo conocido como “consolidadoras”, una virtual tercerización en empresas postales del servicio. Además, estuvo imputado junto al exsecretario de Comunicaciones de la Nación en el menemismo, Germán Kammerath, por presuntas irregularidades en la privatización de la empresa.  Hasta el año 2014, Sardella fue socio de Maffioli en la firma Virtual Gasnet International SA. También compartieron el directorio de Líneas de Transmisión del Litoral SA.

¿Todos las grandes cajas políticas de la Provincia terminarán en manos de los amigos de Macri?.  

El estilo Maffioli

El nombre de Maffioli también aparece mencionado en una denuncia realizada en el año 2011 por la Coalición Cívica de Capital Federal, fuerza actualmente aliada al macrismo, a raíz del encarecimiento y del riesgo ambiental en las obras del canal aliviador del arroyo Maldonado que llevó adelante una constructora italiana asociada a la de Angelo Calcaterra, primo hermano de Macri, quien a su vez supo asociarse a Lázaro Báez, testaferro de la familia Kirchner, en distintos emprendimientos. 

A su vez, el Gerente del Grupo Macri también fue socio de Gregorio Centurión, quien fuera secretario de Comunicación Social del gobierno porteño y que se suicidó en el año 2010. Ambos integraron la firma Cinecom Media. Centurión había sido denunciado por la ex legisladora Rocío Sánchez Andía (Coalición Cívica) por supuesta malversación de fondos en la asignación de pauta publicitaria y estaba siendo investigado por presunto favoritismo a empresas vinculadas con familiares y allegados con la asignación de recursos presupuestarios por 20 millones de pesos que, hace seis años, valían mucho más que ahora.