Milei acusó de genocidas a senadores que aprobaron leyes previsionales

En una nueva escalada verbal, el Presidente Javier Milei acusó de “genocidas” y “asesinos” a los senadores que votaron las leyes de aumento jubilatorio, prórroga de moratoria previsional y emergencia en discapacidad. Las declaraciones del líder libertario tuvieron lugar luego de su intervención en la Exposición Rural, donde anunció una baja “permanente” de retenciones al agro (ver página 4).

“Estarían haciendo una ma­tanza sobre nuestros jóvenes”, sostuvo el mandatario en la entrevista radial, y redobló la apuesta al decir que quienes no acompañen su anunciado veto “van a estar asesinando a las generaciones futuras”. Asimismo, calificó como “una aberración” el paquete de leyes sancionado por el Senado y afirmó que, de aplicarse, implicarían “un aumento de casi tres puntos del PBI en el gasto público” y una deuda “de 350.000 millones de dólares”.

Con un tono cada vez más confrontativo, Milei también atacó a los legisladores por “impedir” la baja de impuestos al campo y los llamó “hijos de puta” que “están pensando en cagar al campo”. En su discurso, insistió en que “la sociedad tiene que tener claro que les tiene que resultar costoso hacer demagogia”.

Cabe recordar que las medidas votadas incluyen un aumento del 7,2% para las jubilaciones, un bono de $110.000 para quienes cobran la mínima, y la prórroga de la moratoria previsional. Para Milei, ese paquete representa un acto de irresponsabilidad fiscal: “Si lo financiás con impuestos, matás el crecimiento; con emisión, generás inflación; con deuda, hipotecás el futuro. Es un genocidio”, insistió.

El odio como política de Estado

Pero el verdadero punto de quiebre estuvo en el nivel de agresividad con que el Presidente se dirigió a quienes disienten. “Que se vayan a la concha de su madre”, dijo sobre quienes critican sus formas, y agregó: “Yo pongo las pelotas por los que producen, no como los ladrones de guante blanco”.

Con estas declaraciones, Milei vuelve a agitar la lógica del enemigo interno, esta vez contra quienes votaron medidas sociales. Mientras favorece a los sectores concentrados, acusa de “genocidas” a quienes defienden a los más vulnerables. Un discurso que no solo polariza, sino que deshumaniza al que piensa distinto.