Milei incluyó a la Argentina en la Alianza contra el Hambre

Luego de un saludo frío con el mandatario de Brasil, Lula Da Silva, y de participar del plenario de jefes de Estado, el Presidente Javier Milei decidió sumarse a la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, la cual está integrada por 80 países que unirán sus fuerzas para combatir contra estos males que afectan al mundo. La iniciativa, presentada por Lula da Silva en el G20 de Brasil, se trata de un sistema de acuerdos flexible en el campo geopolítico.

En este contexto, el Gobierno dio a conocer un comunicado oficial explicando bajo qué condiciones ingresó a la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, impulsada en la cumbre de presidentes que sesiona en el Museo de Arte Nacional de Río de Janeiro.

“Por primera vez desde que es parte, el Gobierno nacional firmó la declaración de presidentes disociándose parcialmente de todo el contenido vinculado a la Agenda 2030”, sostiene el comunicado oficial enviado desde Casa Rosada.

De esta manera, el Presidente ratificó su posición ideológica sobre el papel de los organismos multilaterales en la lucha contra el cambio climático, la pobreza y la igualdad de género.

En este contexto, el comunicado oficial sostiene lo siguiente: “Los organismos y foros internacionales, como el G-20, se crearon con el espíritu de que todas las naciones involucradas pudieran reunirse para cooperar de forma voluntaria, en calidad de iguales y autónomas, para, entre otras cosas, salvaguardar los derechos básicos de las personas. Sin embargo, hoy, a casi 70 años de haberse inaugurado este sistema de cooperación internacional, llegó la hora de reconocer que este modelo está en crisis, porque desde hace tiempo que está en falta con su propósito original”.

Siguiendo esa línea, el documento agrega: “El Presidente Javier Milei ha dejado en claro en su participación del G-20 que no acompaña varios puntos de la declaración, entre ellos; la promoción de la limitación de la libertad de expresión en redes sociales, el esquema de imposición y vulneración de la soberanía de las instituciones de gobernanza global, el trato desigual ante la ley y especialmente, la noción de que una mayor intervención estatal es la forma de luchar contra el hambre”.

De esta forma, mas allá de incluir al país en la Alianza Global contra el Hambre, el Presidente mantiene su polémica postura en contra del cambio climático y de la agenda verde.