Monasterio de General Rodríguez: una cueva del dinero sucio K
La detención de José López, exnúmero dos de Julio De Vido en el Ministerio de Planificación, evidenció el manejo turbio del dinero oficial durante la década kirchnerista.
Con la detención del exhombre fuerte en la obra pública nacional, nació la duda en distintos hombres del gobierno, que el monasterio Nuestra Señora del Rosario de Fátima en General Rodríguez, donde fue apresado López, haya sido usado también por otros miembros del kirchnerismo para guardar los “vueltos” de la corrupción, ya que eran constantes los encuentros de hombres ligados al FpV que paraban en su interior.
Según se dejó trascender desde lo más alto de la administración de Cambiemos, el convento podría haber sido utilizado por distintos hombres del gobierno K, como una especie de “aguantadero” para guardar el dinero sucio que no fue a parar a obras elementales como hospitales o escuelas.
En ese sentido, nombran el notable crecimiento patrimonial que tuvieron algunos miembros de la Diócesis de Merlo-Moreno, de la que depende el monasterio, el cual posee refacciones millonarias a su interior que habrían sido pagadas por gente cercano al kirchnerismo.
Esas refacciones, para un lugar donde solo vivían dos monjas, son las que hacen pensar a muchos miembros del gobierno, la Justicia y la Policía, que el amplio espacio podría haber sido usado por López y otros hombres K, como un reservorio par ocultar la plata sucia que no podían blanquear. Testimonios que constan en la causa judicial, señalan que uno de los habitués al monasterio Nuestra Señora del Rosario de Fátima, era el exintendente de General Rodríguez, Juan Pablo Anghileri, un hombre alineado con el kirchnerismo duro y un conspicuo seguidor de De Vido y López (ver página 3 y 4)