Multitudinaria marcha contra el ajuste del Gobierno

Con un fuerte rechazo a las políticas económicas del Presidente Javier Milei y del ministro Federico Sturzenegger, trabajadores organizados en el Frente de Lucha por la Soberanía, el Trabajo Digno y los Salarios Justos marcharon este miércoles al Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado. La protesta congregó a más de 70 federaciones y fue encabezada por las dos CTA, ATE, la Federación de Aceiteros y la CATT, entre otras organizaciones.

La movilización comenzó al mediodía en Carlos Pellegrini y Sarmiento y concluyó frente a la sede ministerial, en Diagonal Norte y Perón, donde se leyó un documento que denunció el avance de un “desguace institucional” a manos del Gobierno nacional.

Críticas a la desregulación y al ajuste fiscal

Los gremios advirtieron que el país atraviesa “una de las etapas más difíciles de su historia” y cuestionaron la política de déficit cero impulsada por Milei. “Se disfraza de orden económico, pero empuja al pueblo trabajador hacia la extrema vulnerabilidad”, señalaron en el documento.

Entre los principales puntos de conflicto se encuentran la reducción del gasto público en áreas clave como salud, educación, ciencia e infraestructura, la desregulación del sistema productivo y del transporte, y el intento oficial de imponer techos a las paritarias. En esa línea, el ministro Sturzenegger fue acusado de encabezar “una degradación social y económica sin precedentes”.

Alerta por la judicialización de la política

En el plano institucional, el Frente de Lucha expresó su “absoluto repudio” a lo que definió como una creciente judicialización de la política, con “fallos de dudosa legalidad” que “socavan la división de poderes”, haciendo clara alusión al caso de la exmandataria Cristina Kirchner.

La convocatoria concluyó con un llamado a “articular de manera transversal las protestas sociales” y a “recuperar la voz más gloriosa de nuestra historia: la voz de los trabajadores”. Aunque el Gobierno libertario sostiene que avanza con reformas estructurales necesarias, las calles vuelven a evidenciar el costo social de ese rumbo.

De esta manera, mientras el oficialismo celebra equilibrios contables, desatiende el deterioro humano que esas cuentas generan.