Municipales en conflicto en Chacabuco y Pigüé
Ambos distritos son conducidos por intendentes de Juntos por el Cambio. En Chacabuco la protesta ya lleva varios días y la Comuna debió contratar camiones recolectores de Junín. Los trabajadores reclaman una recomposición salarial.
os empleados municipales del distrito bonaerense de Chacabuco, donde gobierna Víctor Aiola (Juntos por el Cambio), continuaban ayer en paro por tiempo indeterminado, en demanda de un aumento salarial, mientras que los de Saavedra (con Pigüé como ciudad cabecera) se mantienen en estado de alerta y movilización, con la advertencia de que recurrirán al Ministerio de Trabajo si el intendente Gustavo Notararigo no accede a su reclamo de recomposición de sueldos.
Los municipales de Chacabuco habían acordado con la Comuna un aumento del 38% hasta agosto de este año, pero luego, al reabrirse la negociación, no hubo acuerdo sobre el porcentaje adicional de aumento para que los ingresos de los empleados alcanzaran a la inflación. Entonces se inició el conflicto. Tras una serie de medidas de fuerza parciales, el martes pasado emprendieron el paro total. Aiola lo atribuyó a cuestiones políticas, habló de un intento de “desestabilizar” su gestión y anticipó que dará el aumento (definido en una propuesta no aceptada por los trabajadores) mañana, por decreto. Además, dijo que recurrirá a la Justicia y que descontará los días de paro a quienes se hayan plegado a la medida de fuerza.
En ambos distritos, la protesta de los trabajadores redundó en lo inmediato en que no se prestara el servicio de recolección de residuos. En Chacabuco, donde la protesta ya lleva varios días, Aiola tuvo que recurrir a una medida de emergencia: contratar a camiones recolectores del cercano distrito de Junín para cubrir la falta de ese servicio. Los mismos ayer comenzaron a recorrer las calles del distrito, recogiendo la basura bajo la custodia de policías. “No podemos tener la ciudad con los contenedores llenos de basura”, explicó a la prensa un vocero del municipio.
En Saavedra, los empleados están inquietos por la falta de resolución de la paritaria y se declararon en alerta y movilización con “quite de colaboración”, es decir, con presencia en los lugares de trabajo pero sin realizar las actividades propias del mismo. Tampoco se prestó el servicio de recolección de residuos domiciliarios y en los centros de salud se mantuvieron guardias mínimas. El intendente Notararigo (también de Juntos por el Cambio) dijo que el municipio está en una situación delicada porque el incremento en la planta de empleados realizado por administraciones anteriores provocó “un desastre financiero”.