Otro revés para Arribas: la causa por espionaje seguirá en Lomas

La jueza María Eugenia Capuchetti rechazó ayer un planteo del extitular de la AFI durante el gobierno de Cambiemos, Gustavo Arribas, el “Señor Cinco”, para que la causa por presunto espionaje ilegal en la que está imputado pase del juzgado de Lomas de Zamora al fuero federal porteño.

La magistrada “no hizo lugar” al planteo de competencia e inhibitoria presentado por la defensa de Arribas, por lo que la investigación seguirá a cargo del juez federal de Lomas de Zamora, Juan Pablo Auge, según informaron fuentes judiciales.
La decisión se tomó tras evaluar que la pesquisa está avanzada en esa jurisdicción y, “hasta tanto no se determine con precisión el objeto de la investigación”, corresponde que siga en Lomas para no retrasarla, explicaron las fuentes.

Auge está a cargo de dos investigaciones por espionaje ilegal, una al Instituto Patria y la vicepresidenta Cristina Kirchner, y la otra, más amplia, habría tenido como víctimas a funcionarios, políticos, empresarios y periodistas, entre otros.
La decisión de Capuchetti podría ser apelada ante la Cámara Federal porteña.

Una semana complicada para el exjefe

Además de este nuevo cachetazo de la Justicia argentina, a inicios de esta semana, en el marco de la causa Lava Jato, la Justicia brasileña condenó a 40 años de prisión al financista Leonardo Meirelles por integrar una asociación ilícita para la evasión y el lavado de dinero. Meirelles, por cuyas manos pasaron muchos de los sobornos pagados por la empresa Odebrecht, en su momento fue también acusado de girar fondos a favor de Gustavo Arribas.

Luego de acogerse al sistema de delación premiada, en 2017 el operador financiero presentó comprobantes de unos 4.000 giros bancarios. Entre ellos figuraban datos por transferencias por un total de 850.000 dólares que habrían tenido como destino cuentas pertenecientes a Gustavo Arribas en Suiza. El entonces titular de la AFI desmintió esa afirmación, reconociendo solo un traspaso de 70.000 dólares, presuntamente como resultado de la venta de un departamento, cuyo comprador no identificó.

Las especulaciones apuntaban a que parte de ese dinero podía explicarse por las operaciones de Odebrecht con la empresa argentina Iecsa (entonces en manos del primo de Mauricio Macri, Ángelo Calcaterra), en el marco de las cuestionadas operaciones para el soterramiento del tren Sarmiento.