Estafa millonaria
PAMI & IOMA: un robo calcado
Desde la obra social de los jubilados informaron que, durante más de tres años, se pagaron remedios a 7500 afiliados fallecidos. Maniobras similares se denunciaron en 2011 en el IOMA. Uno de los mencionados en aquella demanda penal ahora fue nombrado en el PAMI de La Plata
Año 2011: el diario Hoy informó, en exclusiva, que profesionales del Instituto de Obra Médico Asistencial (IOMA) se presentaron en la justicia denunciando una red clandestina para la venta de medicamentos de alto costo (especialmente oncológicos), involucrando a funcionarios de la obra social que en aquel entonces habrían utilizado datos de afiliados fallecidos o dados de baja por distintos motivos. Resultado: dos funcionarios de la obra social, Marcelo Piergiácomi y Sergio Massaccesi, estrechamente vinculados con las máximas autoridades del gremio UPCN, terminaron presos junto con un grupo de médicos y farmaceúticos. Ahora aguardan por la realización del juicio oral
Año 2016: el titular del PAMI, Carlos Regazzoni, denunció ayer que desde 2013 el PAMI viene pagando medicamentos de 7500 afiliados fallecidos, lo que configura un robo superior a los $ 500 millones anuales. El funcionario detalló que esto pasó porque no hubo controles internos, no se cruzaba el padrón de afiliados con el registro de fallecidos, había médicos que fraguaban las recetas o les fraguaban las recetas y en muchos casos había connivencia de las farmacias y hasta de la propia industria. “Encontramos un médico que aparecía firmando 39 mil recetas por mes, algo que es físicamente imposible”, dijo Regazzoni.
“La metodología de robo, instrumentada en ambas obras sociales, durante los gobierno de Cristina Kirchner y Daniel Scioli es prácticamente la misma. En el caso del IOMA también nos hemos encontrado con afiliados de Pehuajó que aparecía retirando un monoclonal, y al mismo tiempo retiraba medicamentos oncológicos de alto costo en La Plata. Sabemos que hasta se han inventado nombres y números afiliados para realizar estas prácticas”, dijo a Hoy desde la Asociación de Profesionales del IOMA (APIOMA), quienes fueron los responsables del inicio de la causa penal en el año 2011.
Lo llamativo es que, en la denuncia de APIOMA, aparece mencionado el entonces director de Gestión Institucional de la obra social bonaerense, Pablo Germán Avila, que tal como anticipó en exclusiva nuestro diario el pasado 12 de enero acaba de reciclarse como uno de los máximos responsables del PAMI en La Plata.
Concretamente, en diciembre pasado, Regazzoni firmó una resolución nombrando a Avila como coordinador ejecutivo.
Los profesionales del instituto bonaerense afirmaron, en sede judicial, que el entonces director de Gestión Institucional recibió formalmente una notificación de los auditores alertando que no contaban a la hora de autorizar la compra de medicamentos de alto costo “con elementos de información para evaluar si los afiliados existen, si están vivos y si tienen que acceder a determinada medicación o no por la enfermedad del paciente”.
“Avila también está mencionado en otras denuncias penales que hicimos sobre la corrupción en el IOMA, como es el caso de las irregularidades en la internación domiciliaria de Alberto Balestrini. Realmente nos llama mucho la atención que ahora este en el PAMI de La Plata”, dijeron desde la asociación de profesionales.
Otro dato llamativo es que, en el año 2011, Avila integró la lista que encabezó Piergiácomi, uno de los máximos imputados por el affaire de los medicamentos oncológicos, como candidato a presidente del club Estudiantes de La Plata. Esa nómina también estaba integrada por otros funcionarios, ex funcionarios, empresarios y sindicalistas vinculados al IOMA. Tal es el caso de Marcelo Leonforti, ex representante de UPCN en el consejo consultivo gremial de la obra social, y Rodolfo Cúcolo, a quien en la obra social bonaerense señalan como un ex custodio, devenido en empresario proveedor de prótesis, y cuya esposa habría sido secretaria de Antonio La Scaleia, presidente del IOMA durante gran parte del gobierno sciolista.
Cinco años pasaron entre el robo denunciado en el IOMA y los delitos dados a conocer ayer desde la conducción del PAMI. Y las similitudes no se remiten, solamente, a la metodología de corrupción dentro de la administración pública. Ambos casos muestran, además, que durante la era K se hicieron negociados a costa de la salud de millones de afiliados que en no pocos casos terminaron pagando con su propia vida el costo que implicó que unos pocos se hayan llenado los bolsillos con recursos que salen de los impuestos que pagamos todos los ciudadanos. Semejante escándalos merece respuestas inmediata y contundente: juicio y castigo.
Complicidades internas
“Ya hicimos una denuncia penal y se están preparando otras conforme van apareciendo diferentes datos de esta auditoría”, dijo ayer el titular del PAMI, Carlos Regazzoni, al referirse al robo detectado con la compra de medicamentos para afiliados ya fallecidos. Luego añadió que esta estafa fue posible gracias a complicidades internas porque “no me cabe ninguna duda, primero está el tema de levantar los controles teniendo advertencias, porque la institución había sido advertida varias veces de estos desvíos, con lo cual se sabía que había desvíos que eran inaceptables”.
Destacó que el PAMI no puede dar “un mejor servicio que llegue a todos los afiliados si no se recompone su situación económica, y eso pasa en gran medida por controlar las actividades espurias que tienen que ver con corrupción, falta de control, con no advertir los datos que estaban a la vista”. Dado estas declaraciones llama la atención que Regazzoni haya permitido que en la delegación La Plata de la obra social, que es una de las más importantes del país, haya desembarcado un funcionario proveniente del IOMA que está seriamente sospechado de haber incurrido o participado en prácticas muy similares a las que el titular del PAMI ahora está denunciando. Sin pensáramos mal, tendríamos que decir que hay negocios en común entre el gobierno que se fue y la actual administración.