Salud enferma: se profundiza la crisis en la Provincia

Por falta de profesionales médicos, un paciente falleció en el Hospital Interzonal de Mar del Plata. En el “Sor María Ludovica”, de La Plata, continúa “fuera de servicio” un equipo clave para tratar a enfermos graves. Las postales se reiteran y agravan cada vez más la emergencia sanitaria en el sistema público

La muerte es la derrota del médico. Más aún, cuando esa muerte, que podría haberse evitado, precipita su desenlace por las fallas de un sistema en crisis, que iguala como víctimas a pacientes y profesionales.

Tal como ha revelado Hoy en ediciones anteriores (la semana pasada Cinco hospitales íconos de la Provincia, en ruinas), la postal se repite una y otra vez: las paupérrimas condiciones laborales, sumadas a los problemas edilicios y la falta de insumos básicos provocan un cóctel mortal. La situación se reitera en nosocomios íconos de la Provincia, como el Hospital de Niños Sor María Ludovica (Ver aparte); el Policlínico San Martín; el San Juan de Dios; el Ricardo Gutiérrez; el Hospital Rossi o el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) de Mar del Plata, donde titulan como la crónica de una muerte anunciada lo ocurrido esta semana.


El martes por la madrugada, un hombre de unos 50 años falleció en el HIGA, con un cuadro de hemorragia digestiva alta, tras no haber recibido la atención de un gastroenterólogo, según denunciaron médicos y personal del gremio de la salud del establecimiento marplatense. El paciente estaba internado desde el viernes, pero en el único hospital de la zona no contaban con el profesional para ese tipo de cuadro. Las autoridades aseguraban que, recién el lunes, llegaría un endoscopista, pero la víctima falleció esa misma noche.

“Una vez más, queda demostrado que la salud no puede esperar. Hace más de un mes que se denuncia lo que ocurre en el servicio de gastroenterología de Mar del Plata, como una muestra de lo que ocurre en todo el hospital. Sin embargo, llegamos a esta situación tan lamentable como la muerte de un paciente. Eso es gravísimo y es responsabilidad absoluta de las autoridades de la provincia de Buenos Aires, desde la gobernadora, María Eugenia Vidal, hasta la ministra de Salud, Zulma Ortiz”, sentenció a Hoy la vicepresidenta de la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud bonaerense (CICOP), Marta Márquez.

Cabe recordar que el mes pasado, la médica Andrea María Potes le escribió una desesperada carta abierta a Vidal, en la que le advirtió que el establecimiento marplatense estaba “en llamas” y denunció cuestiones como “una guardia saturada”; “pacientes internados en los pasillos arriba de camillas durante días”; “falta de equipos” e irregularidades en general.

Entonces, la administración provincial se comprometió a subsanar una urgencia que, no obstante, se profundiza y continúa latente.

“¿Cuántos pacientes tienen que morir? ¿Cuánto sufrimiento tenemos que arrastrar los profesionales de la salud para que las autoridades tomen cartas en el asunto?”, se preguntó Márquez, y añadió: “La impotencia de no poder solucionar un problema de salud de alguien que viene a atenderse, porque no tenemos lo mínimo e indispensable para hacerlo, para nosotros es una enorme frustración. Es un sufrimiento para todos: para la población y para quienes trabajamos en los hospitales”.

“Faltan profesionales, insumos, aparatología. El sistema de Salud, en la provincia, requiere atención ya y no puede esperar, porque en el medio se muere gente”, disparó la dirigente gremial, que ayer y el miércoles se sumó a la retención de tareas dispuesta por la la CICOP, junto al SOEME, ATE y Judiciales, en reclamo de mejoras salariales.

“Las medidas de lucha intentan visibilizar la crisis sanitaria, con sus problemas de infraestructura, falta de personal y salarios indignos. Marchar por eso no es otra cosa que evitar nuevas muertes”, concluyó Márquez.

“El Hospital de Niños está devastado”

“Hace muchos años, el Hospital de ‘Niños Sor María Ludovica’ supo ser una institución modelo, de referencia”, recuerda a Hoy el flamante director, José Pujol, e inmediatamente compara ese pasado ilustre con la actualidad: “Hoy, está devastado por donde se lo mire”.

Un botón de muestra de ello es lo ocurrido con la denominada cámara gamma, un equipo que brinda diagnósticos por imágenes a pacientes oncológicos o enfermos graves, que no funciona desde el 10 de febrero pasado.

A raíz del desperfecto, se tuvieron que posponer turnos y, al día de hoy, continúa fuera de servicio. “No se va a solucionar rápidamente, porque es un aparato antiguo, con más de 30 años, y no se consiguen los repuestos”, explicó Pujol, y agregó que algunos estudios se reemplazan con un resonador, mientras que “los casos más urgentes son derivados al Hospital San Juan de Dios y a El Cruce”.

Reemplazar la cámara gamma es un reclamo que los profesionales del Hospital de Niños mantienen desde hace tiempo, pero, “como en algunos casos se puede reemplazar por un resonador, hoy nos preocupan cuestiones más urgentes como que no se nos caiga más el techo, que se reparen las instalaciones eléctricas en mal estado y que haya insumos, porque el hospital está vaciado”, alertó Pujol.

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