Tarifazos de luz que profundizan la recesión

El incremento, que llega hasta un 200 por ciento, afecta a usuarios, pero alimenta un espiral de desempleo. Las Pymes enfrentan dos flagelos: no pueden pagar esos aumentos y la caída de las ventas, lo que obliga en muchos casos a dejar a trabajadores en la calle

Mientras el gobierno bonaerense se empecina en ofrecer aumentos insuficientes de salarios a los trabajadores estatales y autoriza incrementos de tarifas en los servicios públicos, entre ellos en la luz, beneficiando a la empresa privada Edelap, será muy difícil revertir la tendencia de que cada vez el índice de pobreza vaya en alza.

Edelap oficializó en las últimas semanas aumentos exponenciales, los que en algunos casos superan el 200 por ciento. Y esta situación no hace más que complicar la vida de los ciudadanos, los comerciantes y las Pymes.

Al respecto, el Gerente de la Cámara de Comercio de La Plata, Diego Piancazzo, en una charla con Hoy, explicó que “el aumento de la luz afecta a los empresarios de manera muy negativa, porque influye de manera directa en el precio del costo del producto que se va a vender o producir”.

“El empresario se puede hacer cargo de algún costo, pero no de todos, además, teniendo en cuenta que hablamos de un 200% de aumento en el cuadro tarifario de Edelap. Esto, a su vez, trae aparejado una retracción en el consumo, lo que profundiza la recesión y, sumado a la inflación generalizada, genera desempleo y caída en el nivel de ventas”, agregó Piancazzo.

Sobre la empresa de energía, Piancazzo señaló que “en el caso de Edelap es un agravante que no convocó a una audiencia pública para detallar el nuevo incremento y hay que tener en cuenta que la compañía era una de las empresas de energía que más actualizada estaba en sus tarifas, porque año a año aplicó aumentos. No estaba atrasada en sus precios, pero igualmente se sumó al tarifazo; por esto los empresarios no se lo explican y lo viven con preocupación, ya que se suma a la inflación generalizada en todos los costos”.

La gente se queja además por el pésimo servicio que brinda Edelp. “Si hace mucho calor se corta la luz, si hace mucho frío, también. Es un desastre”, se quejó Claudia, una de las usuarias que llamó a Hoy.

Cuando las inversiones no llegan

Por su parte, el defensor de los consumidores, Héctor Polino, en diálogo con Hoy, enfatizó: “El aumento en la luz es un golpe muy duro, tanto para los consumidores como para que el pequeño empresario o comerciante que no puede pagar los montos del tarifazo. Se quejan, sobre todo, porque no lo pueden reemplazar ni sustituir por nada: todo proceso de producción requiere de energía eléctrica, es un costo que hay que enfrentar, que luego se traduce a precios y termina impactando en el consumidor final, al que también la luz le llega más cara”.

“Lo que sucede –continuó- es que el usuario paga por adelantado inversiones que todavía no se hicieron. Como se trata de un servicio público, la empresa tiene que invertir para prestar un servicio de calidad y después cobrar la tarifa en función de la calidad. Acá ocurre al revés: la empresa quiere invertir a posteriori, a costa del consumidor, sin hacer inversiones propias de capital para garantizar una buena prestación”.

“La situación es desesperante”

La propietaria de una casa de comidas ubicada en la zona de 3 y 51 se encuentra en la terrible encrucijada de echar empleados o reducir sus ganancias casi a la nada.

Es que el aumento en la electricidad fue un duro golpe a la economía de su Pyme. “En enero pagué 2700 pesos y en marzo 6900 pesos en la factura de Edelap. Para colmo me dijeron que era por una pérdida y resulta que me mintieron. A pesar de que desconecté dos heladeras, en mayó la boleta me llegó con más aumento, cerca de 8000 pesos”, contó la mujer a Hoy.

“Ante esta crisis opté por reducir la cantidad de horas de los empleados para pagarles un poco menos pero no despedirlos. El tema es que las ventas bajaron. La situación es desesperante”, agregó la comerciante.

La situación se complica aún más por el aumento en los otros servicios públicos: gas y agua, en los productos y en las cargas sociales.