Abusos, muerte y un caso que se cerró tras más de dos años

Un hombre de 32 años, acusado de dos violaciones, fue asesinado a golpes en Olmos. Los implicados intentaron simular un suicidio. Ayer fue capturado el prófugo que tenía la causa

Una historia de abusos sexuales, venganza, golpes, muerte y escenarios plantados para hacer pasar un homicidio como suicidio se terminó de desenmarañar ayer, cuando se capturó en el centro platense al tercer responsable de un brutal hecho que tuvo lugar años atrás en Olmos. 

El 26 de abril de 2015, de acuerdo a la pesquisa, Samuel Jara (32) habría abusado de las hijas de 8 y 11 años de su pareja, quien lo descubrió y luego le contó lo sucedido a su hijo mayor. Este lo increpó, se agarraron a las trompadas y no se supo nada más del acusado. 

Tres días después, Graciela, hermana de Jara, denunció su desaparición, ya que no le convenció la teoría que le había brindado su cuñada, quien en ese momento dijo que el joven había abandonado el hogar de 184 y 41 después de la pelea. 

El 28 de mayo de ese año, la DDI rastrilló un campo de 197 y 38, donde se encontró el cadáver del hombre, colgado de una planta con una cámara de bicicleta atada al cuello, simulando un suicidio. Sin embargo, los detectives determinaron que “la escena fue montada y de la misma participaron al menos dos personas”. “La víctima fue sometida a una golpiza hasta su deceso”, afirmaron después. Los testimonios de vecinos y de los involucrados en la causa orientó la investigación hacia un hecho de justicia por mano propia. 

Se estableció que el crimen fue perpetrado por el hijo de la que por entonces era pareja de Jara y dos amigos suyos. Cuando se solicitaron las detenciones, se descubrió que dos de los tres implicados ya estaban presos: uno, desde 2016 en la Unidad nº 9 de La Plata, por “robo calificado”; el otro, desde el mismo año, en el penal de Olmos, por entraderas. A ambos ya se les notificó que, además, están imputados ahora por el asesinato. 

Recién ayer, el tercer involucrado, quien se había fugado a Florencio Varela, fue atrapado en calle 7 y 46 de La Plata por una comitiva a cargo del comisario Pedro Beltrame, dando por terminado un caso que tardó más de dos años y medio en esclarecerse. 

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