Castelar

Acribillan al dueño de una distribuidora de bebidas

Ocurrió en la localidad bonaerense de Castelar. Por las características del ataque, los investigadores sospechan que se trata de un "ajuste de cuentas".

El dueño de una distribuidora de bebidas fue asesinado hoy a balazos cuando llegaba a su empresa en la localidad bonaerense de Castelar, donde un tirador le disparó desde un auto en movimiento y huyó, en un crimen que los investigadores sospechan que se trata de un "ajuste de cuentas", informaron fuentes policiales y judiciales.

Las sospechas de los pesquisas respecto al móvil del homicidio se basan en las características del ataque y en que la víctima, identificada como Roberto Adrián Gegundez (53), estaba amenazada.

El hecho ocurrió alrededor de las 8.30 en la puerta de la "Distribuidora Central Oeste", ubicada en avenida Presidente Perón (colectora de Acceso Oeste) y Chivilcoy, de Castelar, partido de Morón, propiedad del empresario.

Según las fuentes, Gegundez llegó al lugar a bordo de su camioneta Ford Raptor color negro y cuando descendía del vehículo le dispararon desde un automóvil Citroën C3 blanco que aminoró su marcha para darle suficiente tiempo al tirador y que luego escapó del lugar.

De acuerdo a los primeros testimonios recogidos por los investigadores, el empresario fue atacado sin mediar palabra ni que le robaran ningún elemento de valor.

Un jefe policial aseguró que, por lo que alcanzaron a ver los testigos, en el auto blanco iban dos personas, es decir, el tirador y un cómplice que actuaba como chofer.

A raíz de los tiros, el empresario quedó muerto boca arriba, al costado de su camioneta y con la puerta del conductor de su vehículo abierta.

Alertados de lo ocurrido, efectivos de la comisaría 7ma. de Castelar Norte llegaron al lugar y preservaron el sitio donde yacía el cadáver y la camioneta para el trabajo de los peritos de Policía Científica.

Los voceros explicaron que un hermano de Gegundez le mencionó a la Policía que el empresario "estaba amenazado", aunque desconocía los motivos, y que, por esa razón, en junio pasado se había ido a la provincia de La Rioja por unos 20 días, tras los cuales, le dijo que "se había enfriado la cosa" y regresó.

Por ello y por la forma de la ejecución del crimen, la primera hipótesis de los investigadores es que se trató de algún tipo de venganza o ajuste de cuentas.

El caso es investigado por el fiscal Mario Ferrario, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 del departamento judicial de Morón, que dispuso una serie de diligencias para recabar testimonios y dirigir las tareas de la Policía y los peritos.

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