Caso Chomnalez: jueza López dejó investigación por “razones médicas”

La jueza que tenía a su cargo la investigación por el crimen de Lola Chomnalez, la adolescente de 15 años asesinada en diciembre en la localidad uruguaya de Barra de Valizas, pidió licencia por razones médicas, por lo que la causa quedó en manos de una jueza de Paz, que habitualmente tiene bajo su órbita todos los casos no penales que se registran en esa zona de Uruguay.

De todas formas, el vocero de la Suprema Corte de Justicia de Uruguay, Raúl Oxandabarat, confirmó que "de todas las hipótesis de trabajo que se manejaban en la investigación, ninguna de ellas ha sido eliminada. Ni siquiera la hipótesis familiar que vincula a la madrina y a su marido".

Según el funcionario judicial, la jueza letrada de 1er. turno del Departamento de Rocha, Marcela López, solicitó esta mañana una licencia médica tras haber sufrido un pico de estrés, por lo que remitió todo el expediente a la jueza de Paz del mismo departamento judicial, María José Camacho.

"La jueza Camacho estuvo todo el día estudiando el expediente, para interiorizarse de las actuaciones llevadas a cabo hasta la fecha, y quedó a la espera de las investigaciones que está realizando la policía", dijo Oxandabarat.

Esta jueza, quien trabaja en todas las causa no penales del Departamento de Rocha, tendrá a su cargo el expediente por el crimen de Lola hasta el próximo martes, cuando regresará a su puesto su colega Silvia Urioste Torres, titular del juzgado de Segundo Turno de Rocha.

Oxandabarat aseguró a Télam que "ninguna de las líneas investigativas se ha dejado de lado. Ni la familiar, ni la hipótesis del robo y ni siquiera la posibilidad de que se haya tratado de un crimen vinculado a un ataque sexual".

La Justicia está abocada al análisis de distintos resultados de pericias que llegaron, entre ellas la de materiales encontrados en la escena del crimen y de los llamados entrantes y salientes de los teléfonos celulares de Lola y del esposo de su madrina, Hernán Tuzinkevich, quien estuvo detenido en el inicio de la investigación.

Los investigadores esperan la declaración de un perito especializado en telefonía celular para que interprete algunos de los datos surgidos de esos análisis de comunicaciones, para que se elabore un acta que se adjunte al expediente, dijo el vocero.

Ayer, la jueza López se entrevistó con peritos que analizaron la escena del crimen y que levantaron distintas muestras en la zona, entre ellas, una colilla de cigarrillo y un mechón de pelos en una madera, y les solicitó que amplíen sus informes.

Ayer quedó libre el último de los detenidos que había en la causa, un changarín de 45 años apodado "Conejo", que había sido identificado por los investigadores a través de un dictado de rostro.

El sospechoso fue indagado, sometido a reconocimientos y a un careo y quedó libre luego de que no se evidenciara ningún elemento que pudiera comprometerlo en la causa por el crimen.

Fuentes judiciales dijeron que la policía buscaba ahora a un hombre al que llaman "Huguito" y que es un amigo del "Conejo".

Este hombre está siendo buscado aún antes de que fuera detenido el "Conejo", y es el hijo de la dueña de un almacén de Valizas, el mismo almacén para el que trabaja la madre del "Conejo".

Según los investigadores, "Huguito" y "Conejo" son amigos y la policía quiere escuchar su versión de lo que hizo el domingo 28 de diciembre, ya que presumen que estuvo con el sospechoso que fue liberado ayer.

Lola Chomnalez (15) desapareció la tarde del domingo 28 de diciembre pasado cuando salió de la casa de su madrina, Claudia Fernández, con quien había ido a pasar unos días de vacaciones en Valizas, a dar un paseo por la playa.

Tras dos días de búsqueda, el cadáver de la adolescente fue encontrado enterrado en una zona de médanos, y de acuerdo a los peritos forenses, ésta murió por asfixia por sofocación, además de presentar heridas punzocortantes en distintas partes del cuerpo.

Además del "Conejo", por este caso fueron detenidos desde el comienzo de la investigación y luego liberados al menos diez personas, entre ellas, la madrina de la adolescente y el esposo de ésta, ante la sospecha de que la desaparición de Lola no se había producido el domingo 28, como ellos denunciaron ante la Policía, sino el sábado 27 de diciembre.

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