Comenzó el juicio a Martínez Poch: las hijas confirmaron su calvario

El Tribunal Oral Criminal Nº1 de La Plata comenzó en el día de ayer el juicio a “El Conde” Cristian Martínez Poch, acusado, en primer lugar, de violar a dos de sus hijas que tuvo con una expareja y, en segundo término, de haber mantenido cautiva a su exnovia y abusado de ella durante más de 15 días en septiembre de 2013. 

El acusado llegó a la audiencia con tres cargos en su contra, el primero de ellos es por abuso sexual doblemente agravado por el vínculo, a sus dos hijas, “quienes pudieron huir de esta situación cuando tenían 14 y 15 años”, sostuvo la fiscal Florencia Budiño durante los fundamentos. 

Los otros dos cargos son por haber ejercido suma violencia y mantenido cautiva a su exnovia, la abogada Vanesa Rial, durante al menos dos semanas, en un edificio de calle 22 entre 58 y 59 de la ciudad de La Plata, donde la habría drogado con narcóticos antes de someterla. A estos tres hechos se le sumó un cuarto en el primer día de juicio a pedido de la fiscal: la violencia de género ejercida contra las tres mujeres.

Antes de iniciada la audiencia, Martínez Poch afirmó que “los medios ya me condenaron”. Respecto de las adolescentes, sostuvo que no las ve desde que fue apresado y encarcelado luego de las denuncias, en septiembre de 2013.

Las primeras en declarar fueron las dos hijas del acusado, quienes solicitaron hacerlo a puertas cerradas y sin público. También lo hizo una de las psicólogas que atendió a las menores tras la acusación legal a su padre, y hoy lo hará Rial. 

Las denuncias de las víctimas que motivaron el juicio

Vanesa Rial fue rescatada por la Policía tras allanarse uno de los departamentos de un edificio ubicado en las calles 23 entre 58 y 59 de La Plata, donde el hombre aparentemente la tenía cautiva desde principios de septiembre.

Durante ese tiempo, el hombre la golpeó, drogó y abusó sexualmente, según denunció la víctima ante la prensa y el fiscal Marcelo Romero.

Dos días después, declararon ante el fiscal las hijas de Martínez Poch. Estas relataron que, tras la muerte de su madre, cuando eran niñas, fueron abusadas por su padre. Al respecto, el fiscal que realizó la investigación preparatoria, Marcelo Romero, tiene por probado que desde el día 6 de septiembre de 2013, el acusado ejerció actos de suma violencia física, psicológica y vejaciones para que Rial permanezca encerrada contra su voluntad en la residencia donde vivían.

Según el informe de las pericias, el acusado tiene “tendencia a mentir y engañar, ausencia de remordimiento o culpa, superficialidad afectiva, desconsideración e indiferencia, promiscuidad sexual irresponsabilidad, transferencia de culpa/responsabilidad y numerosas relaciones de pareja breves, entre otras”.

Durante un allanamiento realizado en octubre de 2013 en la residencia de Poch, la Policía secuestró medicamentos psicotrópicos y analgésicos, además de jeringas, lo que, en principio, corrobora los dichos de la víctima en torno a que el imputado la drogaba para luego abusar  sexualmente de ella.

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