“Cuando mi hijo recibió un balazo y cayó al suelo temí lo peor”

Así lo expresó Guillermo Domínguez, luego de haber sufrido un intento de robo en la puerta de su casa. Actuaron dos motochorros que agredieron a ambas víctimas, tras lo cual lograron fugarse

"Nunca me había pasado nada así. Pero cuando te toca, te toca…”, fue la reflexión de Guillermo Domínguez, un empleado de 54 años que junto con su hijo fue víctima de un feroz asalto en la puerta de su casa, emplazada en 9 entre 71 y 72, ayer por la madrugada. 

Según relató Guillermo en diálogo con este medio, al momento del hecho delictivo se encontraba en la puerta de su casa charlando con su hijo, Mariano, un joven de 22 años. El calor sofocante los llevó a ambos a charlar en la vereda en lugar de hacerlo en el interior de la vivienda. Era alrededor de la 1 cuando dos individuos armados se acercaron a ellos con fines de robo.

“Fue rara la situación. Primero se bajaron los dos de la moto y luego uno de ellos se subió. Me pedían mis cosas y yo pensaba dárselas. En todo momento me apuntaron con un revólver en el pecho, pero yo en lo único que pensaba era en que mi hijo no reaccionara de ninguna manera porque le podían disparar a él”, dijo el hombre.

Luego relató: “Mientras me apuntaba con el arma comenzamos a discutir. Él se creía que yo era policía, de hecho me lo preguntó varias veces y hasta me revisó para ver si tenía el arma reglamentaria. En medio de la discusión disparó al aire y luego contra el piso. Ese proyectil terminó impactando en el tobillo de mi hijo, que cayó al piso. Al verlo ahí temí lo peor y reaccioné: empecé a correr al delincuente a pesar de que se encontraba armado. Mientras lo corría efectuó varios disparos más contra el suelo, nunca me quiso apuntar más arriba. Fue entonces cuando yo recibí un impacto en la pierna izquierda y un culatazo en la cabeza”.

Guillermo, quien al recibir a este medio en su vivienda todavía tenía algunos síntomas de debilidad, además de una pierna herida y un moretón en el ojo izquierdo producto del culatazo que recibió, contó: “Después de los disparos, los ladrones huyeron sin lograr llevarse nada. Con mi hijo nos sentamos en la vereda, enfrente de casa y se ve que algún vecino llamó a la Policía porque vinieron enseguida. Además, se acercaron muchas personas para saber qué había pasado”. Ambas víctimas fueron trasladadas al Hospital San Martín por un móvil del Comando de Patrullas que se hizo presente en el lugar, y allí recibieron asistencia médica. Por el lado del mayor, fue dado de alta ayer mismo luego de pasar la noche en el nosocomio, mientras que su hijo iba a ser operado ayer por la tarde por un problema de coagulación de sangre producto del impacto de bala.

Por último, Guillermo no dudó en destacar la asistencia médica que tanto él como su hijo recibieron en el hospital, agradeciendo al personal que los auxilió.

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