El hombre que murió en un incendio en Ensenada tenía un tiro en la cabeza

Lo determinó la autopsia. Se investiga si se suicidó al notar que ya no podía escapar de las llamas o si fue asesinado, ya que el arma no apareció.

La muerte de Pablo Carneira, el hombre de 44 años que quedó atrapado el sábado en un incendio en una pensión de Ensenada, dio un vuelco y lo que parecía firme ahora no lo es. Pasa que en la operación de autopsia se descubrió que tenía un balazo en la cabeza, aunque de la escena del hecho no se incautó arma alguna, señalaron ayer fuentes policiales.

El galeno que trabajó sobre el cadáver de la víctima vio que esta presentaba una herida de arma de fuego en el costado derecho del cráneo con pérdida de masa encefálica, y si bien se incautó el proyectil causante, no se pudo determinar el calibre, ya que estaba deformado.

De esta manera, ahora los investigadores ya no creen que se trató de un trágico accidente, sino que ocurrió algo más. “La principal teoría es que se suicidó al ver que no podía escapar de las llamas, pero la ausencia de la pistola nos llama la atención. Es imposible que se haya destruido por el incendio”, le confió a Trama Urbana un vocero.

Añadió que “el caso es raro, y una posibilidad es que el arma la haya agarrado alguna de las personas que, después del incidente, entró al lugar para apoderarse de lo poco que había. También se pudo haber tirado cuando los bomberos y la dueña de la pensión removieron los escombros y la mugre, porque el hombre era acumulador y tenía una gran cantidad de desperdicios en la habitación”.

Rastrillaje

Por el momento la causa está caratulada como “averiguación de causales de muerte e incendio”, y aunque no se descarta un posible asesinato, la pista más concreta es la del suicidio. “La puerta estaba cerrada por dentro”, amplió el portavoz, a quien le extrañó que ningún vecino haya escuchado el disparo.

“Había mucha mugre, mucha cantidad de bolsas. Cuando entraron los bomberos removieron todo y la propietaria de la pensión se puso a limpiar después”, reveló la fuente. Tras el hallazgo del balazo, los peritos, por orden de la fiscalía penal en turno, regresaron a la escena del crimen para materializar un rastrillaje más exhaustivo para dar con el arma, que hasta el cierre de la presente edición no había sido localizada.

Voceros también aseveraron que la encargada de cobrar los alquileres le venía pidiendo desde hacía un tiempo a Carneira que se retirara del lugar debido a la enorme cantidad de basura que acumulaba y al olor que emanaba, aunque el individuo, que antes de dedicarse al cartoneo era remisero, permanecía en su habitación, donde terminó encontrando la muerte.

Bomberos y policías en un suceso trágico

Tal como diario Hoy informó oportunamente, el incendio había tenido lugar en una pensión de las calles 124 y 44 de El Dique, en Ensenada.

El foco ígneo se produjo en la habitación que alquilaba Pablo Carneira cuando este se encontraba allí y no pudo salir a tiempo. Un llamado al servicio de emergencia 911 alertó al personal de la fuerza y se hicieron presentes tres dotaciones de bomberos y un patrullero.

Una vez sofocadas las llamas, el cuerpo de la víctima fue hallado completamente quemado, tendido en el suelo entre un gran cúmulo de residuos. Tras descubrir a través de la correspondiente operación de autopsia que tenía un tiro en el cráneo, un detective admitió ante Trama Urbana que pudo haber sido asesinado y que “el incendio se provocó adrede para borrar todo tipo de pruebas”. Sin embargo, por el momento todo es materia de investigación.

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