En el centro platense se roban hasta el bronce de los edificios

El delito en nuestra ciudad cuenta con un extenso abanico de modalidades y los ladrones dejan en claro en cada ilícito que cualquier elemento al que le puedan sacar un poco de rédito económico está bajo su órbita. En ese marco, un sector de los alrededores del centro platense parece estar jaqueado por una banda de sujetos dedicada a llevarse el bronce de las entradas de los edificios.

En las inmediaciones de la avenida 44 entre 16 y 17, en el corredor que une la plaza Paso con la plaza Azcuénaga, se registraron varias situaciones de esta naturaleza. En la última oportunidad, desconocidos ejecutaron un robo en el hall de ingreso al complejo de departamentos y tras desmontar el pasamanos, lo cargaron y escaparon como si nada hubiera pasado, sin levantar sospechas.

En este tipo de casos, los malvivientes actúan de madrugada para evitar que haya mayor circulación de transeúntes y automovilistas que puedan ver sus movimientos. Hace tiempo, en el mismo lugar, delincuentes se había llevado el portero eléctrico que también era de bronce, lo que encendió la preocupación de todos los frentistas del barrio.

Los propios vecinos manifestaron su bronca por la repetición de estos hechos que vienen ocurriendo desde hace meses y señalaron que en el tramo que une las mencionadas plazas, prácticamente todos los edificios sufrieron robos de esta índole. Si bien había mermado la cantidad de episodios, los días anteriores volvieron a aparecer los ladrones.

Buscan identificar a los maleantes

Ante esta situación, los frentistas expusieron toda su bronca y aseguraron que, evidentemente, a nadie le importa lo que está pasando. Además, señalaron a la Policía por la reiteración en este tipo de robos y de otros bajo distintas modalidades, por lo que aseguraron que viven en una zona liberada. Asimismo, exigieron que se aumenten los patrullajes, sobre todo durante las madrugadas cuando el vecindario se torna más peligroso.

Por otro lado, se quejaron que el tramo entre plaza Paso y Azcuénaga, en plena avenida, está casi sin alumbrado público, por lo que hay demasiada oscuridad en las noches. Incluso, marcaron la nula presencia de las fuerzas de Seguridad, por lo que ese es el marco perfecto para que los hampones actúen con mayor tranquilidad sin ser descubiertos.

Sobre la cantidad de casos de robo de bronce, los vecinos esperan que, teniendo en cuenta que en la zona hay muchas cámaras de vigilancia tanto públicas como privadas, se pueda identificar a los sospechosos y determinar si es la misma banda la que opera en todos los edificios. Por lo pronto, nada se sabe de ellos.