Final trágico: Hallaron el cadáver calcinado de Susana Cáceres

Ocurrió en el Río Reconquista, partido de Ituzaingó. La identificaron gracias a un tatuaje.

Baleado, apuñalado, golpeado y quemado: así apareció ayer el cuerpo de Susana Cáceres junto al Río Reconquista del partido de Ituzaingó, tras haber permanecido desaparecida desde hacía diez días cuando salió de su casa de la localidad de Villa Trujui, partido de Moreno. Por el momento, su exnovio se encuentra detenido, aunque no acusado del femicidio sino por “tenencia de arma de fuego”, ya que durante un allanamiento en su vivienda se incautó una pistola .45 con la numeración limada.

El hallazgo ocurrió pasadas las 13 en medio de pastizales y a metros del Camino del Buen Ayre, y los restos -en avanzado estado de descomposición- fueron reconocido por sus familiares en base a un tatuaje con el símbolo de Chevrolet que llevaba la víctima en uno de sus antebrazos y la vestimenta que tenía puesta antes de desaparecer

La fiscal Luisa Pontecorvo, quien investigaba desde el 8 de noviembre la desaparición de la mujer de 42 años, acudió al lugar del hallazgo para coordinar el trabajo policial. El cadáver fue encontrado durante un rastrillaje en una zona de pastizales junto al lecho del río, a unas 20 cuadras de la casa de la damnificada.

Hasta allí acudieron decenas de policías, buzos tácticos, bomberos y perros adiestrados que comenzaron a “peinar” un predio que, si bien tenía sectores alambrados, era de acceso público. Minutos después de iniciado el rastrillaje, los agentes se toparon con el cuerpo.

Arma de guerra

El mismo presentaba siete puñaladas -entre ellas un corte en el cuello-, al menos un tiro en el pecho, golpes y estaba quemado en un 40%. Si bien los pesquisas sospechan que se trata de una escena secundaria -a Cáceres la mataron en otro sitio y la descartaron ahí-, piensan que sí la prendieron fuego en el área del hallazgo.

El rastrillaje se realizó horas después de que se allanaran dos domicilios, uno de ellos en la casa del detenido Alejandro Peralta, expareja de la perjudicada. Allí los numerarios encontraron e incautaron la mencionada pistola y fue arrestado por eso, aunque no por la desaparición de Susana. Cuando se sentó ante el fiscal Federico Soñora, que lleva la causa por tenencia ilegal de arma de guerra, se negó a declarar.

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