Grave denuncia contra el polémico dueño de Adesa: la Justicia falló a favor de la víctima
Diego Asensio arremetió contra su vecina, que tenía a su hijo en brazos, y le pidió que se mudara. Se trató de un nuevo hostigamiento. Tiene prohibición de acercamiento, que no cumple.
En un gravísimo suceso, el dueño de un reconocido comercio céntrico dedicado al mundo automotor fue denunciado por una vecina suya y su grupo familiar, luego de una serie de problemas relacionados al hostigamiento y la violencia verbal, informaron ayer fuentes judiciales.
El propietario de Accesorios del Automotor SA (más conocido como Adasa) se cansó de generar terror en calle 12, donde funciona su local en la planta baja de un edificio que le pertenece en gran parte, tanto a él como a su familia.
Claro que si bien los inconvenientes empeoraron en el último tiempo, este sujeto, identificado como Diego Asensio, ya viene manteniendo severos conflictos con otros inquilinos, en especial con una mujer.
“El conflicto comenzó con un pequeño reclamo de consorcio, que la familia de Asensio manejó fuera de la ley durante casi 50 años”, dijo un vocero, y añadió que la “obsesión de este hombre por seguir controlando la caja de la administración, derivó en una serie de hostigamientos que dejó a una familia completamente aislada”.
Entre los puntos más salientes, estas víctimas que también residen en el edificio perdieron su lugar en las reuniones de consorcio y ni siquiera pueden disponer de los espacios comunes. Más grave aún fue cuando se quedaron sin gas y hasta tuvieron dificultades para mantener el servicio eléctrico, sin importarle al comerciante que entre los damnificados hubiera menores. “Se tornó completamente personal”, manifestó el portavoz ante Trama Urbana.
Poco le importó la denuncia
Y la línea terminó de cruzarse cuando el sujeto se enfrentó directamente con la dueña del departamento en conflicto, a quien la increpó y gritó cuando ella estaba con su hijo en brazos. Fuera de sí, le exigió que se mudara cuanto antes.
Con temores lógicos, ella radicó la correspondiente denuncia y la fiscalía actuante inició una causa penal contra el salvaje, en la que dispuso “una prohibición de acercamiento y cese de todo acto de hostilidad en protección a su persona y la de su grupo familiar”.
El mayor problema es que Adasa tiene su oficina en el edificio donde vive la denunciante, pero eso poco le importó a la Justicia platense: “Dado que en el edificio se ubica el comercio propiedad del causante, la presente medida implica todo impedimento de contacto y de acercamiento hacia la denunciante-víctima, grupo familiar, su departamento, mediante cualquier medio de comunicación (llamada telefónica, mensajería instantánea, redes sociales, etcétera), todo ello bajo apercibimiento de ser procesado por transgresión al artículo 239 del Código Penal, medida que se mantendrá vigente mientras dure el presente proceso”, se desprende de la causa.
Pese a eso, Asensio ya rompió tres veces la medida y continuó con los hostigamientos, por lo que fue debidamente notificado por el delito de “desobediencia”. La Justicia remarcó que “se cumpla con las notificaciones de la medida cautelar dispuesta por el Juzgado de Garantías interviniente”.
Adasa es representante oficial de Pilkington y comercializa marcas de primer nivel, tales como Steel Tiger, Sika, Vapren, Blindex, IAEL Accesorios y Clavers. En ese sentido, representantes legales de las víctimas aseguraron que prevén citar judicialmente a estos auspiciantes a los efectos de determinar su nivel de acompañamiento y compromiso con empresas vinculadas a casos de violencia de género.